Un toto gordo también merece pasárselo bien, y aunque se le puede sacar partido a casi cualquier juguete erótico, no todos están diseñados para desenvolverse con soltura entre unos labios prominentes.
QUÉ ES UN TOTO GORDO
Un toto gordo es aquella vulva con volumen, donde los labios están abultados y, de una u otra manera, terminan dejando al clítoris bien escondido. Resulta preciso separar los labios —especialmente los externos— para acceder al clítoris y liberarlo.
El toto gordo no está sólo en personas gordas. Empecemos entendiendo que el peso o tamaño de una persona no condiciona que los labios externos sean más o menos grandes. Si bien el monte de venus y los labios externos pueden tener una mayor concentración de grasa en unos cuerpos u otros, no es algo inherente una corporalidad concreta.
Si es tu caso, este artículo te puede interesar. Pero antes de eso, enorgullécete de tu vulva; al fin y al cabo, esto va de placer, no hagamos que se sienta menospreciada.
ESTIMULAR UN TOTO GORDO
¿Cómo se estimula un una vulva con los labios abultados? Básicamente igual que uno que no lo es, como más lo disfrute. Existen muchos tipos de vulvas, desde aquellas en las que el clítoris sobresale entre los labios, hasta aquellas donde está oculto bajo ellos. Y todas las variaciones intermedias posibles. Cómo estimular la vulva, o el clítoris depende de los gustos de cada cual; hay quien prefiere roces suaves, quien quiere un restregón fuerte, quien busca un contacto variable o quien necesita acariciarlo indirectamente porque tiene mucha sensibilidad.
Todo eso no depende del tamaño de la vulva o los labios, pero sí algunas veces en la forma de hacerlo. Si se busca un contacto indirecto, es perfecto. Puede estimularse el clítoris sobre los labios, de esta manera no será tan intensa la sensación.
Pero cuando se quiere un contacto más directo e intenso, hay que liberar al clítoris primero. Para ello, separar los labios externos es el primer paso. Puedes sujetarlos entre el dedo índice y anular, y acariciar el clítoris con el corazón. También usar las dos manos, que sea tu amante quien se encargue, o incluso emplear un juguete erótico.
CÓMO USAR UN JUGUETE CON UNOS LABIOS EXTERNOS ABULTADOS
Dependiendo del tipo de juguete erótico, podrás usar una u otra técnica. Si el juguete es grande, como puede ser el cabezal de un wand, separa los labios con los dedos, coloca el vibrador en medio y suelta los labios. A menos que tus movimientos sean extremadamente efusivos, el juguete permanecerá en contacto con tu clítoris todo el rato, ya sea mientras lo mueves rozándolo, o dejándolo estático encima.
Si se trata de un juguete insertable, que usarás de forma externa, puedes hacer lo mismo que en el caso anterior. En caso de que sea un vibrador doble como un rabbit, no necesitarás hacer nada, pues de manera natural, al realizar la penetración, la sección externa se ubicará en su sitio.
Cuando sea un vibrador externo de tamaño medio, y según el diseño y las dimensiones, puede que necesites separar primeramente los labios antes de poder acceder bien al clítoris. En otros casos, el vibrador tiene zonas más estrechas, puntas o protuberancias que pueden introducirse entre los labios sin necesidad de separarlos previamente; y, por supuesto, lo hacen de manera cómoda y fluida.
Los vibradores más pequeños, como pueden ser las balas vibradoras, lo tienen mucho más fácil. Su pequeña punta se introduce entre los labios sin dificultad. Y mientras lo muevas por donde más te guste, irá bien. Ahora, no lo sueltes. Por desgracia no es un juguete para usar en «manos libres», pues acabará perdido entre los labios, lo que, junto con la lubricación de la zona, hará que se deslice hasta donde encuentre un tope.
Por contra, algunos juguetes con la punta muy finita, pueden ser perfectos para un toto gordo. Con un extremo muy estrecho que penetra entre los labios sin necesidad de separarlo, y un cuerpo más ancho que permite sujetarlo con comodidad.
QUÉ JUGUETES EVITAR POR COMODIDAD EN UN TOTO GORDO
Aquellos juguetes, esencialmente externos, que son muy anchos y poco ergonómicos es muy probable que resulten molestos.
Inicialmente un wand podría verse así —por esas cabezas prominentes—, pero al estar diseñados para poder estimular el clítoris, entre otras zonas, suelen tener diseños redondeados y que, salvo tamaños extremos, resultan cómodos incluso entre los labios.
No obstante, los vibradores externos que son anchos en todos sus lados resultarán incómodos. Igual que otro tipo de juguetes, como los succionadores, que si tienen superficies muy amplias y una boquilla corta, pueden ser molestos, infructuosos o ambos a la vez.
LUBRICA PARA MAYOR ÉXITO
La lubricación es una parte fundamental para un sexo más cómodo y fluido. Haya o no lubricación natural, usar un poquito de lubricante nunca está de más, especialmente al inicio del encuentro erótico.
Aplica una pequeña cantidad en la vulva, con especial atención en el clítoris —y la vagina si habrá penetración—, y masajea suavemente. Si lo ves oportuno, aplica también lubricante en el juguete. Un buen nivel de lubricación puede mejorar cualquier experiencia; pero cuidado, si pones demasiado se te puede escurrir el juguete de su sitio, en especial si lo estás usando en «manos libres».
PRUEBA ESTO
Si necesitas separar los labios para masturbarte, o para colocar un juguete, cuidado con las uñas. Puedes llevarlas largas, pero preferiblemente con los bordes redondeados para no clavártelas en los labios internos.
Usar un juguete en «manos libres» puede ser más fácil si tienes unos muslos generosos. Si no es tu caso, o si no quieres tener que cerrar las piernas, ponte las bragas. El juguete quedará ligeramente sujeto entre tu cuerpo y las bragas, dándote cierta libertad de movimiento sin que el juguete se pierda entre las sábanas.
A los vibradores de mano, que caben perfectamente en la palma, se les puede sacar partido. La parte ancha será genial para estimular la vulva de manera global, pero si quieres dedicarte más concretamente al clítoris, separa los labios y coloca el juguete de canto. La experiencia puede mejorar más aún si, una vez colocado así el vibrador, cabalgas sobre una almohada alta —o doblada, lo justo para que rellene el espacio entre la cama y tu entrepierna, sin hundirse demasiado cuando te roces contra ella—.
Existen vibradores Rumble o Buzzy. Los Buzzy mantienen la vibración en la superficie, y pueden resultar molestos a largo plazo. En cambio los Rumble proporcionan vibraciones profundas. Esta profundidad hará que se active una sensibilidad diferente, y no siempre requiere el contacto directo con el clítoris para ofrecerte un buen servicio. Pueden colocarse sobre los labios, e incluso si tienes mucha sensibilidad, sobre la ropa.
¿NECESITAS ASESORAMIENTO?
Si estás como un pulpo en un garaje, deja que te asesore. Contrata una asesoría erótica para que pueda ayudarte a encontrar el producto perfecto para tus necesidades. Porque hay veces que lo que queremos y lo que necesitamos o nos conviene son dos cosas muy distintas.
No te dejes guiar por las modas o lo que te vendan los influencers de turno. Confía en mí, puedo encontrar ese producto que estás buscando. ¿Hablamos?
Deja una respuesta