Tenga Puffy es un masturbador para pene. Diseñado con una apariencia y textura similar a un marshmallow, este juguete permite adaptar la presión durante la masturbación en cualquier momento. Y es tan bonito…
¿QUÉ ES PUFFY?
Puffy es un masturbador para el pene reutilizable, esto significa que, cuidándolo debidamente, podrás usarlo muchas veces. Inicialmente son más caros que los masturbadores desechables, pero a la larga sale a cuenta puesto que tendrás un juguete de mejor calidad y durabilidad, y se ahorrarán recursos.
A simple vista parece un marshmallow enorme, pero una vez abres la tapa y aprietas el cuerpo central lo entiendes todo.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE PUFFY?
- Silicona en el exterior, ABS en las tapas y los cierres, y TPE en el interior.
- Interior texturizado
- Diseño squeeze en tres colores con texturas internas diferentes: latte brown, sugar white y mint green.
- Medidas: 8.5 × 8.7 × 16.5 cm (4.5 x 15 cm insertables)
- Peso: 350 g
¿QUÉ INCLUYE EL PACKAGING?
- Puffy
- Manual de instrucciones
- Muestra de lubricante
¿CÓMO ES PUFFY?
Puffy, a diferencia de otros muchos masturbadores de pene, tiene una carcasa flexible, fabricada con silicona. Las tapas y los ajustes de éstas son de ABS, y la funda interior, como todos los masturbadores de Tenga, está fabricada con TPE.
La manga está texturizada en su interior; cada color cuenta con una distribución diferente de las protuberancias y formas internas, para adaptarse a los diferentes gustos o apetencias en cada momento. La mayor peculiaridad viene de la carcasa de silicona. Como es flexible, permite hacer un ajuste personalizado durante el uso del juguete, haciendo que se pueda ejercer mayor o menor presión sobre el pene, e incluso hacer girar (o estrujar) sobre el pene para un toque diferente.
Puedes elegir entre los tres modelos disponibles, cambiando el color exterior y la textura interior del masturbador.
- Latte Brown – Suaves olas de placer entrelazado
- Sugar White – Micro protuberancias delicadas para una estimulación suave como un hormigueo
- Mint Green – Cuentas oscilantes para sensaciones flexibles.
¿CÓMO FUNCIONA PUFFY?
Puffy tiene un funcionamiento realmente sencillo. Sólo es necesario retirar la tapa inferior, lubricar tanto el orificio de entrada como el interior con lubricante con base de agua, e introducir el pene.
Una vez esté dentro, ve a tu ritmo. Recuerda que lo más atractivo de este modelo es que puedes presionar el cuerpo del masturbador para incrementar la presión de la masturbación y aumentar la estimulación. También puedes hacer ligeras torsiones del masturbador, para probar distintos ángulos de juego.
Cuando termines, extrae el pene y limpia el juguete antes de guardarlo. ¿Cómo? Te lo cuento a continuación.
¿CÓMO SE LIMPIA?
He de reconocer que las mangas masturbadoras no son el tipo de juguete más fácil de limpiar, pero con un poquito de atención lograrás que Puffy te dure durante mucho tiempo en perfectas condiciones.
Una vez termines de usarlo, lo primero que tienes que hacer es retirar la tapa superior girándola. No comiences a lavarlo antes de retirar ambas tapas, así evitarás que el agua entre por donde no debe. Con ayuda de los dedos y jabón neutro, frota el interior de la manga. Para mojar el interior o para aclararlo, asegúrate de que el agua entre por el orificio superior, el contrario por el que has introducido el pene.
Una vez limpio, es hora de secarlo. Como muchos productos de la marca, Puffy tiene una tapa que facilita esta tarea. Pon el masturbador de pie, con la tapa superior retirada, y la tapa inferior como base. En la tapa inferior hay unas muescas que ayudarán a mantener el masturbador erguido mientras permiten la circulación de aire; sólo tienes que fijarte donde pone «drying», haciendo que quede por encima de la tapa.
Tardará unas horas, pero tu juguete se secará por completo para que esté en perfectas condiciones para el próximo uso. Una vez seco, pon las tapas y guárdalo en un lugar oscuro, bien ventilado y lejos de fuentes de calor.
Es importante que tengas en cuenta que la manga interior de Puffy no es extraíble, y que si lo intentas ésta podría romperse o estropearse.
PROS Y CONTRAS
PROS
- Presión ajustable
- Interior texturizado con diferentes opciones, según el modelo escogido
- Muy adaptable
- Apto para la ducha o el baño
CONTRAS
- La tapa inferior a veces se resiste y resulta difícil de quitar
- Precio elevado
- La manga no es extraíble ni se puede dar la vuelta, lo que complica la limpieza un poco
OPINIÓN
Puffy me cautivó en EroSpain cuando lo vi expuesto. Tiene una apariencia discreta y original, y una textura exterior increíblemente squeeze o estrujable. De hecho, a veces lo uso como objeto antiestrés, porque da gustito apretarlo.
Los materiales interiores no sorprenden respecto a otros productos de la marca, pues utiliza también un TPE adaptable y flexible. La única diferencia en este sentido son las distintas texturas, que varían entre los diferentes modelos o colecciones.
La parte más destacable es el exterior de silicona ultra suave y anti polvo, muy similar a la empleada en la nueva Serie Iroha. No sólo resulta agradable de acariciar, sino también de apretar al gusto según lo pida la excitación. El cuerpo es muy flexible, por lo que cualquier presión sobre éste se nota en el pene e incrementa la estimulación durante su uso. No sólo permite apretarlo, sino realizar pequeñas torsiones que provocan sensaciones diferentes a cualquier otra. Puede que lo más similar a esto pudiera ser Spinner, pero en el fondo tiene poco que ver puesto que aquí no hay una estructura rígida. Es como un marshmallow —nube, malvavisco, esponjita, jamón… según el lugar recibe un nombre u otro— enorme, muy suave e incluso hipnótico cuando se achucha.
A nivel funcional, le veo una pega. No tengo claro si es algo particular del Puffy que tengo yo, general de todos, o un problema de habilidad —que tampoco descarto—. La tapa inferior, la que hay que retirar para usarlo, me resulta difícil de quitar. No te exagero si la primera vez que lo tuve en las manos tardé unos 10 minutos para lograr abrirlo, y tampoco tengo claro si conseguí quitar la tapa o ya saltó ella por aburrimiento. Tras mucha práctica, le he pillado un poco el truco. Habría que apretar la tapa en el borde más cercano al cuerpo, en su lado estrecho —teniendo en cuenta que tiene una forma ovalada—, y tirar de ella.
Salvando el problema de la tapa que no me quiere, me parece un buen juguete para usar a largo plazo. Aunque hay diferentes texturas, creo que en general son entre suaves y medias —aquí me falta un pene para testearlo y el resto de la colección—, supliendo con la presión exterior variable el plus de intensidad que pueden desear algunas personas.
Que resulte tan discreto me parece un punto positivo, pues podrás dejarlo incluso sobre el escritorio y nadie tiene que saber lo que es. A menos que lo abra, claro… Esto también viene estupendo para usarlo como alivio antiestrés cuando estás en un proyecto extenuante o requieres aliviar un poco de presión, de una manera más discreta y sin bajarte los pantalones; ya me entiendes.
Es cierto que el precio de Puffy es algo elevado, son 90€. Hay otras opciones de la marca con precios más económicos, pero aunque ofrezcan cosas interesantes, nunca te darán lo que te da Puffy con su cuerpo estrujable y su presión personalizable. La decisión es tuya, pero si te decides por probar este nuevo juguete, no creo que te equivoques.
Puedes encontrarlo ya en la web de Tenga.
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