Cada uno de nuestros sentidos se ven involucrados en el entorno erótico, pero cómo conquistar por el olfato es algo muy estudiado.
OLFATO
Empleamos el olfato para infinidad de cosas, no sólo para apreciar un buen perfume o un rico alimento. Nuestra especie, y el mundo animal en general, se sirve del olfato para detectar el peligro, descubrir un potencial amante, controlar un entorno… Mucho de ello influido por las feromonas.
Lamentablemente, con la evolución hemos perdido mucho de ese tino olfativo, dejando que se atrofie de alguna manera, limitando así las funciones más primitivas.
FEROMONAS
Las feromonas son sustancias químicas producidas por nuestro cuerpo, que tienen la finalidad de transmitir cierta información biológica. Esta información tiene un peso más reproductivo que otra cosa y ha dejado de hacernos falta evolutivamente, por lo que atrofiamos esa habilidad.
No obstante, conquistar por el olfato sigue siendo una realidad aunque, desde mi punto de vista, totalmente involuntaria y regida por infinidad de factores, no por fórmulas secretas.
COSMÉTICA ERÓTICA
A pesar de haber perdido parte de esa habilidad, nos empeñamos en descubrir formas de atraer a nuevas conquistas eróticas, aumentar nuestro atractivo o incrementar el deseo sexual en otra persona, y todo ello a través del olfato.
En la cosmética erótica hay productos diseñados para simular esas feromonas naturales, potenciar nuestro atractivo, incrementar el deseo de nuestra pareja… Un ejemplo es Afrodita de Secret Play.
AFRODITA
Afrodita de Secret Play es un perfume femenino en roll-on. Su formato, con base de aceite, tiene partículas de trufa que actúan como atrayente sexual. La aplicación se realiza en zonas concretas, como muñecas, cuello, escote, y libera su agradable y persistente aroma en el ambiente.
Obviamente, lo apropiado es no mezclar el aroma de Afrodita con ningún otro perfume, para no adulterar el olor y que pueda resultar desagradable la mezcla.
Secret Play no nos vende Afrodita como una fórmula secreta, pero sí nos propone sentirnos más seductoras, excitantes y atraer la mirada de los demás estimulando el deseo sexual.
EXPERIENCIA
Desde una visión personal, no descarto que las feromonas -a día de hoy- o los perfumes atrayentes tengan funcionalidad. Pero sí me cuesta creer que pueda influirnos tanto y que podamos perder la cabeza por un olor sin tener en cuenta el resto de atributos de la persona y si realmente nos resulta atractiva más allá de las fosas nasales.
El olor es un factor importante, hay aromas que se nos cuelan en el cerebro y nos embriagan capaces de hacer que nos enamoremos en segundos, pero no creo que sea algo que podamos promocionar como una fórmula mágica o irresistible. Cada persona responde a unos estímulos, por lo que es imposible que un mismo perfume pueda resultar un imán para todo el mundo.
Por el contrario, sí creo que, quizá con efecto placebo, pueda ofrecernos cierta seguridad, lo que aumenta nuestro atractivo y, a su vez, puede hacer mucho más fácil atraer la mirada de quien nos interesa.
FETICHISMO
Cabe destacar que conquistar por el olfato no es sólo cosa de la cosmética erótica con o sin feromonas. El propio olor corporal, natural, puede ser igualmente un reclamo erótico ante la persona adecuada.
Existen diversas peculiaridades eróticas con el olfato como vehículo, como la barosmia, que es la excitación desencadenada por el olfato; la ozolagnia, cuando son los olores fuertes los que provocan la excitación sexual; renifleurismo, cuando el olor clave es el de la orina; olfactofilia u osmolagnia, cuando la excitación nace de los olores de axilas y genitales; o la antolagnia, donde la excitación sexual nace al oler flores.
CONCLUSIÓN
Conquistar por el olfato es muy plausible. Por supuesto, no se puede basar una relación entera, sea erótica o sentimental, en un olor, pero sí puede ser un factor determinante para una primera atracción o una sensación de apego posterior.
La cosmética erótica nos proporciona ciertas ayudas, como Afrodita de Secret Play, pero ni mucho menos una receta secreta para el éxito asegurado. Trabajar en la seguridad propia y nuestra personalidad, para resultar personas atractivas, es mejor base, aunque luego lo acompañemos con unas gotas de sensual perfume para aumentar las apuestas.
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