Cada día es más habitual ver diferentes modelos relacionales, aunque en este artículo me centraré en uno de ellos; amigos con derechos, ¿pero ésto qué es?
TIPOS DE RELACIONES
La sociedad, como conjunto, puede avanzar despacio, pero a nivel individual da grandes saltos. Es ahí donde nace el conflicto, en lo que socialmente se concibe como adecuado, y lo que concebimos a título personal, que puede escandalizar o sorprender a gran parte de esa población general.
Los diferentes modelos relacionales no surgieron ayer, sino que se han gestado con discreción -habitualmente derivado del tabú- tras esa mirada juzgadora de determinadas morales. Pero sí hace poco que vemos, con mucha más frecuencia, cómo esos diferentes tipos de relaciones nos rodean y descubren un nuevo mundo, además de impartirnos interesantes lecciones de libertad.
Cuando la monogamia deja de ser la única opción válida, se nos abre la puerta al poliamor, las triejas, los swingers, las relaciones abiertas en todas sus concepciones y, entre otros ejemplos, a los amigos con derechos.
AMIGOS CON DERECHOS
Antes de mi época reflexiva, hace ya un tiempo, cada vez que me quedaba sola en casa o había oportunidad echaba mano de la agenda y llamaba a uno u otro follamigo, en función de lo que me apeteciera y la disponibilidad de ambos. En ocasiones avisaba a varios en un día y me montaba auténticos maratones, pero era algo excepcional.
Digamos que yo lo entendía como algo natural, realmente no me plantee encontrar amigos con derechos, simplemente acabaron surgiendo entre las citas que tenía y la gente que conocía. Por ello me resultaba extraño que hubiera personas (de cualquier sexo) que me preguntaran cómo se consigue amigos con derechos. ¿Dejando que surja? La respuesta corta era esa, la larga incluía conocer a alguien, entablar una conversación, comprobar si existía atracción sexual, dejarse llevar y si la cosa había ido bien (y ambos opinaban igual), se repetía cuando cualquiera de las partes propusiera plan y las agendas cuadraran.
VENTAJAS
Siempre seré una fiel defensora de los follamigos, no de los míos en concreto -eso es otro tema-, sino del concepto en sí. Durante muchos años formaron parte de mi dinámica vital, y eso me ofreció una gran cantidad de experiencias y recuerdos.
Las ventajas dependen de muchas cosas, pero la libertad es una de las más notables. El sexo con confianza no debe estar reñido con una libertad absoluta de estar con quien quieras, al margen de los distintos tipos de relaciones abiertas. Elegir quién, dónde, cuándo, y sin tener que pensar siquiera en cenas familiares, caerle bien a sus amistades, tener el mismo plan de vida, hijos, planificar vacaciones, cuentas conjuntas ni compartir la cama más allá de lo deseado.
Además, la posibilidad de conocer gente de lo más variada, probar nuevos juegos eróticos con el toque especial de cada persona, descubrir nuevos placeres…
Eso es un nivel de libertad maravilloso, y que amigos míos han envidiado en algún momento. Principalmente porque a veces queremos justo lo que no tenemos, como también me pasaba a mí.
DESVENTAJAS
Y claro, esa es una de las principales desventajas. Puede que seas muy feliz con tu libertad y tu sexualidad nómada, pero no es extraño que en algún momento ataque el gusanillo de lo estable.
Por supuesto, la parte sexual de descubrir nuevos juegos también puede hacerse con una pareja, pero cuando topas con alguien con poco gusto por la exploración, se convierte en algo muy limitante. Cuando se está en parejas abiertas, no es que aquello sea un caos, sino que debe haber una comunicación según los acuerdos establecidos, y puede que haya alguna norma que no te deje ser tan libre de acostarte cómo y con quien quieras en un momento dado.
La peor desventaja, a mi modo de ver: los mimos. Puedo parecer muy dura, pero me derrito con unos mimos bien dados, y los follamigos raramente son prilijos en ese aspecto. Y cuando hablo de mimos me refiero tanto a una caricia sutil, un abrazo inesperado o un silencio cuando sabe que lo necesitas. Bueno, en realidad diría que lo peor es la falta de intimidad, intimidad real, no la de quitarse la ropa, sino la desnudarse emocionalmente.
SIN MAGIA, CON CONSTANCIA
Obviamente no hay un truco infalible para conseguir una agenda repleta y ansiosa de recibir tu llamada para acabar entre tus piernas, si lo hubiera y pudiera venderse ahora ésto lo escribiría alguien de mi enorme equipo, no yo misma.
Por contra, sí hay cosas que puedes hacer para propiciar esas nuevas relaciones esporádicas repletas de libertad y aventuras. Para ello existen determinados lugares, como ligar en amigos con derechos, u otras redes especializadas.
Quien no se moja, no pesca. Muévete, abre conversaciones, muestra tu interés, ten paciencia. Y no te vuelvas derrotista si no caen a tus pies en una tarde. La constancia se recompensa, y si no funciona, plantéate qué puedes/quieres cambiar para tener mayor visibilidad.
CONSEJOS PARA LIGAR ONLINE
Lo primero, no tires los trastos a todo ser viviente que pase por tu radar, ten un poco de criterio, y si estás fuera de una página especializada en ligues, Instagram por ejemplo, no des por hecho que esa persona (cualquiera) quiere siquiera saber de tu existencia, mucho menos aceptar una proposición indecente o verte la genitalia. Si ligas fuera del redil, hazlo con sutileza, siempre tendrás más éxito.
A la hora de hacerte un perfil, evita las palabras vacías, las fotos de baja calidad, los comentarios hirientes o cualquier cosa que leyeras en alguna página cutre como consejo de oro. Si no muestras una imagen atractiva de ti (al margen de tu belleza), no esperes que nadie te termine calentando la cama. Cuida los detalles, desde la ortografía de la descripción hasta el fondo de la foto de perfil (¡recoge esa ropa del suelo y limpia el espejo, por amor al cielo!), y evita esas preguntas de cutretrivial como «estudias o trabajas» o «por qué no tienes pareja», aburren.
Por más extraño que te parezca, la sinceridad mueve montañas, siempre que sea desde una coherencia, respeto y olvidando las vulgaridades que no vienen al caso. Mentir o adornar la realidad en exceso es cutre, triste y muy complicado, pues o te acuerdas de toda la mierda que has soltado, o quedarás de imbécil a la hora de la verdad. Y en esa preciada hora, si llega, compórtate; quieres follar, la otra persona sabe que quieres follar, hasta yo lo sé, pero evidenciarlo es un grito de socorro más que un llamamiento a la excitación. No olvides que lo que estabas buscando es amigos con derechos, y en ese concepto, además de los jugosos derechos, entra en juego la amistad, tenlo presente y busca alguien con quien conectes.
AMIGOS CON DERECHOS, ¿PERO ÉSTO QUÉ ES?
Lo que tú y la otra persona queráis que sea. Usad las etiquetas justas, aunque recomiendo una cantidad entre cero y ninguna, respeta la vida de la otra persona y reclama lo mismo, muéstrate en disposición de ofrecer un gran placer sexual, pero sin olvidar que mereces lo mismo.
Esfuérzate por lograr ese tipo de relación que no acaba escondida entre las pesadillas, y si en los recuerdos que sacan una sonrisa. Las relaciones con follamigos es difícil saber cuando empiezan, pero casi imposible saber cuándo terminan, disfrútalo.
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