El culo, esa última frontera para algunas personas, donde el tabú, lo prohibido y la perversión parecen descansar según quien. Para embarcarnos en el descubrimiento de esta zona tan poco transitada, desde Bimodu te proponemos 6 plugs para experimentar el placer anal.
Sexo anal
Aunque el sexo anal acompaña a la sexualidad humana desde tiempos inmemoriales, aún nos encontramos con personas que lo tachan de sucio, de perversión, de sodomía con su connotación más peyorativa, o simplemente, de algo que se puede hacer en la intimidad de la pareja pero de lo que nunca hablar fuera de ese entorno, en gran medida por vergüenza.
Porque no podemos negar que hay un gran número de afiliados al sexo anal que no reconocen su práctica por no estar bien visto -o todo lo que debería- en la sociedad. Poniendo límites a su propio placer, negándoselo y conviviendo con el deseo frustrado por miedo a que su pareja o amante piense mal, o porque la vergüenza les atraviesa el alma cada vez que lo imaginan siquiera.
Adiós tabús
Para disfrutar del sexo anal lo primero, antes de centrarnos en los 6 plugs para experimentar el placer anal, es liberarse del tabú de este orificio sin fin aparente llamado ano. Obviamente cualquiera sabe que la primera finalidad del ano es una muy clara, e incluso desagradable podríamos decir, pero por otra parte, imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Ver el ano como un orificio de salida, y no como uno de doble sentido, es lo que nos frena a la hora de lanzarnos al descubrimiento de un nuevo placer. Visto así, podríamos considerar la vagina como otro orificio de un solo sentido, pero obviamente nos habríamos extinguido antes de que pudiera redactar este artículo.
Sucio, muy sucio, depende…
Otro de los impedimentos que nos encontramos para disfrutar plenamente del sexo anal es la concepción de que se trata de algo sucio. Y aquí habría que puntualizar. Por supuesto, no suelen salir arco iris ni estelas de unicornios. Lo que sale son heces, por tanto, no se tratará del lugar más higiénico del mundo. Pero no por eso tiene que ser un sexo sucio, con una simple higiene básica y una alimentación equilibrada podemos evitar la mayoría de inconvenientes.
Recurrir a lavativas y enemas es una opción, pero no la más recomendable puesto que, con el tiempo, puede perjudicar la flora intestinal, lo que, por otra parte, estropearía eso del buen funcionamiento de nuestro organismo.
La caca no mata
Suena a chiste, pero hay quien actúa ante las heces como si se tratara de una sustancia corrosiva que fuera a destruir todo a su alrededor. No voy a entrar en prácticas coprofílicas, porque no son lo mío y porque no vienen al caso, pero sí debo hacer un llamamiento para normalizar las heces, la caca, lo marrón, el pringue… Como lo quieras llamar.
A pesar de tener una buena higiene, es probable que durante la penetración el pene, los dedos o los juguetes eróticos puedan mancharse. Pero esto es como irte a la playa y acabar con arena en alguna parte extraña aunque no te hayas revolcado fuera de la toalla.
Plus de limpieza
Si queremos evitar que el pene, los dedos o los juguetes eróticos corran el riesgo de tocar heces, siempre podemos usar condones en el pene y juguetes, o guantes de látex/poliuretano para los dedos. Eso no eliminará las opciones de encontrar algún tropezón, pero sí esa sensación de suciedad que puede inspirarnos, al no entrar en contacto directo.
Debe quedar claro también que el hecho de que alguien encuentre heces por medio no quiere decir que la otra persona no cuide su higiene o que sea familia de un gorrino, en absoluto. Sólo que no lo hace como has visto en el porno, o que le pillaste por sorpresa y no tuvo oportunidad de vaciar el intestino.
Si te da asco, no lo hagas
Grábate a fuego también que, si la opción de encontrarte (o que alguien encuentre contigo) heces durante el sexo anal te da asco, será mejor que olvides esta práctica erótica o que busques saciar la curiosidad con juguetes eróticos en tu solitaria intimidad. Ni mucho menos dejes que se te vaya la cabeza, te enfades porque el culo que tienes delante no está limpio como el del una estrella del porno tras 3 lavativas y un día sin comer, o pienses que descuida su higiene. Si piensas así, prueba a meterte tú un dedo o un juguete por el culo bien profundo, a ver si superas la prueba de la caca.
Por supuesto, no toleres tampoco que nadie te haga sentir mal por no tener el culo como los chorros del oro. Si mantienes una higiene básica, no tienes nada que lamentar, y si la otra persona no lo ve igual, cierra las nalgas y busca alguien con una personalidad más receptiva a la realidad. Que cagamos por el culo, joder.
Poquito a poco
Algo muy importante es tomarse el tiempo necesario para preparar el ano, en especial cuando te inicias en esta práctica erótica. Para esa preparación, o una estimulación simultánea, o un desarrollo del placer, o como lo quieras llamar, existen juguetes eróticos especializados en este área.
Concretamente los plugs anales serán tus mejores amigos para disfrutar, sin importar tu género, de las intensas y excitantes sensaciones que puede proporcionar el sexo anal. En Bimodu te presentamos 6 plugs para experimentar el placer anal con diferentes modelos para que encuentres el estilo que mejor va contigo.
Sin miedo
Olvida los miedos y, si realmente quieres practicar sexo anal, penetrando o dejando que te penetren, háblalo con tu pareja, tu amante, tu amistad con confianza o con quien corresponda, esa parte es cosa tuya.
También puedes iniciarte con juguetes eróticos como los propuestos en el vídeo para que te vayas adaptando a las sensaciones de esta práctica, y puedas llegar con mayor seguridad al momento de ponerlo en práctica con otro ser humano. Que practiques por tu cuenta con plugs no limita que tenga que ser siempre así, puede ser muy excitante incluir esa estimulación en la relación erótica, dejando que tu amante te ayude a introducirlo, o siendo tú quien se lo introduzca.
Sin prisas, sin vergüenzas, sin presiones y, por supuesto, sin miedo.
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