¿Rock Me! o el aceite Oh! Holy Mary? Ambos son cosméticos de la marca Nuei y, aunque tienen propósitos similares, son muy diferentes en sus resultados. En esta review comparativa te presentaré ambos productos, y te daré mi opinión sobre sus efectos.
OH! HOLY MARY PLEASURE OIL
El aceite de placer Oh! Holy Mary, que ya lleva unos años en el mercado, es un cosmético que proporciona un efecto cosquilleante. No es técnicamente un vibrador líquido, y aunque la sensación producida puede asemejarse, es más un cosquilleo que una vibración en sí.
Sus ingredientes son veganos y sin gluten, y si bien destaca la presencia de aceite de semilla de cannabis sativa —no en vano, está presente en toda una colección—, el ingrediente responsable del efecto de cosquilleo es el Zanthoxylum Bungeanum Fruit, o lo que es lo mismo, pimienta de Sinchuán. El efecto se produce al interactuar el ingrediente con los receptores de temperatura y presión, favoreciendo la sensación.
Los efectos no tardan en presentarse y, según la sensibilidad de la persona, pueden durar, en los casos más notables, hasta 45 minutos, variando su intensidad gradualmente.
Se presenta en un pequeño envase de 6 ml con dispensador y textura oleosa. Su PVP es de 18.95€
ROCK ME! VIBRADOR LÍQUIDO
Rock Me! si es, con todas las letras, un vibrador líquido. Lleva poco tiempo en el mercado y ya es un producto que se está haciendo notar. El efecto es más similar a la vibración, dando mayor lógica a su apellido.
Sus ingredientes, también veganos y sin gluten, podrían pasar desapercibidos entre cualquier lista de componentes, pues es difícil ganar en sonoridad «comercial» al cannabis hoy en día. No obstante, no tiene nada que envidiarle al cosmético anterior. Entre sus ingredientes se encuentra el extracto de Acmella, también conocida como flor eléctrica —y su capacidad de abrir las papilas gustativas—, una planta medicinal con flor con propiedades analgésicas, antimicrobianas y vasodilatadoras.
La planta, que puede ingerirse cruda o cocinada, y utilizarse en infusiones, entre otras cosas, proporciona un efecto de hormigueo en las mucosas. Rock Me! tiene un tiempo de reacción muy corto, pues apenas unos segundos después de aplicarlo se comienzan a sentir los efectos, durando una media de 10 minutos.
Se presenta en un envase de 20 ml con dispensador y textura cremosa. Su PVP es de 9.95€
APLICACIÓN DE ROCK ME! VS OH! HOLY MARY
Ambos envases cuentan con un dispensador. Sin embargo, la aplicación de la fórmula de Rock Me!, al ser más densa y cremosa, es más cómoda que la de Oh! Holy Mary que, al ser oleosa se extiende rápidamente.
En ambos casos sólo se precisa una pequeña porción de producto; con una pulsación es suficiente. Si se tiende a una alta sensibilidad, es recomendable probar el producto previamente en los labios. Si no fuera soportable en los labios —sensibles pero no tanto como los genitales—, es mejor no probarlo en el clítoris o el pene; podría no ser la sensación que estás buscando.
Aunque estos productos están más orientados a su uso en el clítoris, pueden usarse en cualquier parte del pene si se desea. Curiosamente, hay quien encuentra placentero su uso en los pezones, e incluso en el ano. Esta última parte me crea más reticencia personal, pero si tú tienes un espíritu más aventurero, ¿por qué no probarlo? Por supuesto, también pueden usarse, tanto Rock Me!, como Oh! Holy Mary, para el sexo oral; ya sea aplicado en los genitales, o en los labios. Rock Me! tiene la ventaja de aportar diferentes sabores —menta, fresa y cookies and cream—, en el caso de Oh! Holy Mary no tiene un sabor disfrutón, pero tampoco resulta desagradable.
EFECTOS DE ROCK ME! VS OH! HOLY MARY A PRUEBA
A simple vista, los efectos pueden verse como similares. Sin ir más lejos, cosquilleante y vibrante podría entenderse como lo mismo, pero no lo es. Por supuesto, hay que tener en cuenta las diferencias que puede haber en cuestión de sensibilidad de un cuerpo a otro; incluso de un momento a otro, pues no siempre sentimos igual.
También influye tu predisposición o tu grado de excitación previa. Para intentar encontrar un punto más neutral, he probado los productos desde cero excitación. A continuación, te contaré mi experiencia probando ambos productos en días consecutivos, para tener frescas las sensaciones. Y recuerda, las mías no tienen por qué ser las tuyas.
PRUEBA DE OH! HOLY MARY
Los efectos de Oh! Holy Mary son rápidos, pero tardan un poquito en hacerse notables. La sensación aumenta progresivamente, de manera lenta y, una vez alcanzan su máximo, se mantienen por largo rato. En el caso de esta prueba, el efecto tuvo una duración aproximada de 30 minutos. Como digo, no todos los cuerpos sienten igual siempre, es por eso que, aunque en usos anteriores lo percibí más intenso, en esta ocasión lo noté más sutil, y el descenso del efecto fue lento y muy discreto, hasta dejar de sentirlo.
Sus efectos bailaron entre un efecto de calor, uno de frío, y un cosquilleo suave, pasando por mezclar varios de ellos a la vez en algunos momentos. A los 10 minutos de la aplicación noté una incipiente lubricación, y cómo el nivel de excitación aumentaba ligeramente. La aplicación resulta accesoria, sin distraer de otras estimulaciones cerca o lejos del clítoris —esto lo entenderás mejor luego—, y sin notar que descienda la sensación del cosmético.
Tras un periodo de 33 minutos, contando desde la aplicación hasta la desaparición de las sensaciones, puedo decir que —en esta ocasión— noté un efecto suave y agradable. La duración de la intensidad máxima es considerable, aunque no percibí el efecto especialmente intenso. El cuerpo reaccionó ligeramente al iniciar la lubricación y excitarse, pero se quedó un poco a medio gas.
PRUEBA DE ROCK ME!
Los efectos de Rock Me! son mucho más rápidos. Prácticamente justo tras la aplicación ya se comienza a sentir la vibración. La sensación aumenta muy rápido, notando como si se «succionara el clítoris». A los 3 minutos siento cómo la excitación física aumenta, lubrico bastante, y noto cómo la sangre se concentra en el clítoris y la entrada de la vagina. 2 minutos después siento un leve calor unido a la sensación de succión del clítoris, pero en la entrada de la vagina lo que noto es frescor.
El efecto me distrae mucho de otro tipo de estimulación, rozar un pezón resulta, con la sobrecarga sensorial en el clítoris, como si me rozara la frente. 5 minutos después cesa la sensación de succión, noto una vibración casi intermitente que va bajando la intensidad. El clítoris se siente fresco ahora, y un minuto después se nota un cosquilleo suave que pierde intensidad. 12 minutos después de la aplicación inicial estoy muy lubricada y siento como el cosquilleo pierde intensidad. 2 minutos después siento réplicas del cosquilleo, de muy baja intensidad, hasta desaparecer por completo.
Tras un periodo de 16 minutos, contando desde la aplicación hasta la desaparición de las sensaciones, puedo decir que —en esta ocasión— noté una sensación fuerte e intensa. La duración de la intensidad máxima del producto no es muy larga, pero si fuerte. Aunque se trata de un vibrador líquido, la sensación más notoria recordaba más a la de un succionador contra el clítoris. Los efectos oscilan entre el calor, el frío, el cosquilleo y la succión intensa. El cuerpo reaccionó muy rápido en la lubricación y la excitación, hasta el punto de hacerme pensar que, de haber durado un ratito más, quizá podría haber tenido un orgasmo solamente mirando al techo mientras el cosmético hacía efecto.
CONCLUSIONES DE ROCK ME! VS OH! HOLY MARY
Si Oh! Holy Mary se ha comparado —técnica y erróneamente— con un vibrador, Rock Me! se podría comparar con un succionador de clítoris por su rapidez e intensidad de efecto.
Indudablemente, ambos productos están destinados a para públicos diferentes.
Oh! Holy Mary implica, quizá —me cuesta creer que diga esto— una mayor madurez sexual, necesitando un poco de paciencia, con una intensidad notable pero percibida de manera delicada, un efecto que sirve como accesorio para cualquier otra estimulación, haciendo que sea buen compañero de aventuras. Cuenta con el reclamo —o el rechazo, según el público— de tener aceite de semillas de Cannabis Sativa, con grandes propiedades hidratantes. Su formato es más reducido, casi como una invitación a su uso en una ocasión especial, y no como producto de cada día. Igual el precio, casi el doble que el contrincante, hace que no parezca igual de atractivo dependiendo del poder adquisitivo.
Rock Me! es un producto más joven, y no sólo porque lleve mucho menos tiempo en el mercado. Podría definirlo como un reflejo de una sociedad acelerada, y amante de la recompensa rápida. Lo que puede atribuirse a la generación Zeta, pero a día de hoy esa prisa afecta a cualquier edad y estrato. Los efectos son rápidos e intensos, y cuando estás cogiéndole el punto y disfrutando de todo lo que tiene que ofrecer, muestra créditos y enciende las luces. No es una película, es un corto de Instagram, y como tal hay que disfrutarlo. Su reclamo pueden ser sus 3 sabores disponibles, y su rápida acción. También un formato mayor, y un precio bastante más reducido teniendo en cuenta la capacidad del envase. Puedes plantearte usarlo con más frecuencia, sin necesitar un bolsillo abultado; no es una cita elegante en un restaurante de 15 platos, es un afterwork low cost madrugando al día siguiente. Su estética y su efecto rápido atrae a un público que quiere un viaje exprés pero que le despeine igual que un largo trayecto.
VEREDICTO
La decisión puede estar clara. O no. Dependerá de tus gustos personales y otros factores. En mi caso, creo que por el momento me quedo con Rock Me! para el juego en solitario y el sexo oral, y con Oh! Holy Mary para compartir la masturbación o la penetración.
En cualquier caso, puedes encontrar tanto Oh! Holy Mary, como Rock Me! en Mamanoleas Shop. Para que forjes tus propias opiniones de la mejor manera, la empírica.
DeltoyaToys dice
Que buena comparativa. Yo desde luego lo tengo muy claro, Rock Me! es el primer gel de efecto que realmente me hace efecto. De momento solo probé el sabor menta.
Gwen dice
Rock Me! ha resultado ser sorprendentemente intenso. Gracias por tu comentario.