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Mamá, no leas

Usted está aquí: Inicio / Reflexiones / ¿Qué es el sexo guarro?

¿Qué es el sexo guarro?

4 de octubre de 2017 Por Gwen 15 comentarios

El sábado pasado estaba de fiesta con unos amigos; copas, risas, más copas…y no sé cómo salió el tema del sexo guarro y si una era una guarra, lo éramos todos o nadie.

A eso último llegué como conclusión personal, porque si algo me ha enseñado el hablar abiertamente de sexo y conocer a personas con gustos muy dispares es que el sexo guarro no existe, y si existe lo hace sólo en la mente de algunas personas.

Podría atreverme a decir que el sexo es guarro sólo si no te duchas, pero lo cierto es que para algunas personas eso es un motivo de excitación, y ¿quién soy yo para decir que algo que excita a alguien, y se practica entre adultos consensuadamente, es una guarrada? Efectivamente, nadie.

Se habló de lluvia dorada, de chupar pies, de coprofilia, de lamer axilas sudadas… Y todo ello puede ser muy excitante para alguien, por más que para otros pueda resultar nauseabundo. Hablamos de ciertos límites, que está bien experimentar pero que no nos prestaríamos a probar cualquier cosa. Personalmente que me chupen los pies no me excita sobremanera, pero si a la otra persona le gusta me parece bien que lo haga, porque quiero que disfrute conmigo, y no me supone ningún esfuerzo; si un amante, con quien tuviera verdadera confianza, me pidiera que le hiciera una lluvia dorada lo más probable es que como mínimo me lo pensara; si me quieren lamer las axilas, pues ahí están; pero qué decirte, cuando entra la mierda en la conversación ya me salgo del juego, y no es porque me parezca mal que a alguien le guste, simplemente es algo que a título personal me provoca rechazo, no me excita y además soy muy mía con la evacuación de mi intestino, pero si una persona X encuentra a una Y a quien también le pone la coprofilia, ¡pues adelante!

Hablamos también del sudor. No voy a decir que me excite ver sudar a mi amante, ni que me muera por lamerle cada gota de salada exudación, pero si me está follando y estoy disfrutando con él, me importa una mierda si se mojan las sábanas, si tiene la espalda chorreante o si me caen gotas en el ojo escurridas desde su frente, lo mismo si el sudor es mío, que no sería a primera vez que entre la fricción, el calor, el sudor y la humedad de mi vagina, esté cabalgando y parezca que follamos en un parque acuático. El sexo puede asemejarse a un festival de fluidos corporales, e igual que no nos importa la saliva de nuestro amante humedeciéndonos, tampoco tendría que molestar un sudor que estaría más que justificado. Que al margen de eso nos excita regodearnos con los fluidos ajenos o propios, sólo debemos encontrar con quién compartir esa pasión, o alguien a quien no le importe que lo hagamos, porque a veces una práctica sexual no tiene por qué ser compartida en igualdad de condiciones -tú me haces, yo te hago-, y como a mí no me importa que me chupen los pies pero no me veo haciéndolo yo, puede que a ti no te importe orinar a tu pareja aunque no te veas recibiéndolo.

Sobre lo que quiero reflexionar es que juzgamos en base a nuestros estándares personales, sin pararnos a pensar que el hecho de que algo no nos guste no lo hace peor o cuestionable, y gran parte de la culpa de eso la tiene una mente que se resiste a abrirse sexualmente, no necesariamente debe experimentarse todo pero, ¿por qué no comprender que nuestros gustos no marcan la ética global? La diversidad debería apreciarse, la sexual obviamente también, enriquecernos con cuantos conocimientos y experiencias nos sean posibles, ya sean propias o ajenas. Sentarnos a hablar con alguien que practique una de esas cosas que nos dan reparo, nos repelen o nos resultan raras, e intentar comprender su punto de vista, dejar que se exprese y hable de la excitación que le proporciona. No pretendo con ésto, ni con esa hipotética conversación, que nadie pruebe algo que no quiera, simplemente ayudar a abrir la mente, comprender que tras un pie lamido o un pis erótico no hay sexo guarro, si no personas que disfrutan de la sexualidad de una manera diferente.

El sexo, dijo Woody Allen, sólo es guarro si se hace bien.

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Publicado en: Reflexiones Etiquetado como: Conversaciones, Erotismo, Experimentar, Fetichismo, Gwen, Mamá ha salido, Reflexión, Sexblogger Life, Sexualidad

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Comentarios

  1. Ester Álvarez Guillén dice

    5 de octubre de 2017 a las 09:23

    Totalmente de acuerdo, Gwen. Yo, por ejemplo, soy bastante escrupulosa, pero oye a cada uno lo que le guste y que lo disfrute! Como bien dices: no podemos juzgar en base a nuestros estándares personales. Estupendo post, un besito!

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      9 de octubre de 2017 a las 23:00

      Muchas gracias 🙂
      Besotes.

      Responder
  2. Mary Asexora dice

    5 de octubre de 2017 a las 17:02

    Magnífico post y maravillosa reflexión. Lo que para unos es guarro, para otros es placer. Por ejemplo, y abriendo mi corazón, a mí eso de untar el cuerpo con nata y/o demás pringue no me pone nada. En unas tortitas lo que más, pero que me quede yo pegajosa, nop.
    Besicos

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      9 de octubre de 2017 a las 23:01

      Estoy contigo con lo del pringue, en las películas queda muy sugerente pero me da bastante asquito imaginarme lo pegajoso del después, jajaja.

      Besotes.

      Responder
  3. Francisco Marqués dice

    5 de octubre de 2017 a las 21:13

    Como siempre, todo muy bien explicado, Gwen.
    Hay cosas que nos gustan y cosas que no. A mí, por ejemplo, no me importa comerle los flujos a mi pareja, ella sin embargo no quiere oír ni hablar del mio en su boca.
    No todo es sexo guarro. Incluso algunos de los juegos sexuales más habituales o que para algunos pueden resultar de lo más normales, para otros asqueroso y repugnante.

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      9 de octubre de 2017 a las 23:02

      Ahí reside la gracia, que no a todos nos gusta lo mismo y eso no significa que lo uno o lo otro sea lo malo.

      Besotes.

      Responder
  4. Carla Mila dice

    6 de octubre de 2017 a las 08:45

    Felicidades. Rompes una lanza sobre la libertad sexual del individuo, que debería estar recogida en la Constitución.
    Si dos personas están de acuerdo en practicar algo, sea lo que sea, de mutuo acuerdo y sin someter a nadie. ¡Adelante! Y que disfruten, al menos tanto como lo hago yo con tus acertadas reflexiones.
    Lo dicho, enhorabuena por tan fantástico post.
    Saludos Ester! y Gracias!!!!!

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      9 de octubre de 2017 a las 23:02

      Muchas gracias Carla. Creo que eso es lo importante, sea lo que sea que se haga, mientras haya acuerdo mutuo, ¿por qué no?

      Besotes.

      Responder
  5. ArsEroticas dice

    9 de octubre de 2017 a las 13:11

    Me confieso guarra. Una vez más, nadie es nadie en decir qué es qué porque para cada unx de nosotrxs el placer, el deseo y el sexo es una cosa. Ay esas conversaciones con la sociedad diversa para cuánto nos dan! Estoy de acuerdo contigo!

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      9 de octubre de 2017 a las 23:04

      De una guarra a otra: ASÍ SE HABLA. Nunca se sabe de dónde puede salir un gran tema para el blog 😉

      Besotes.

      Responder
  6. Anónimo dice

    11 de octubre de 2017 a las 08:46

    Muchas gracias por tu blog y estoy al 100% de acuerdo con lo que dices…(lo de la caca, puedo entender que a alguien le guste, pero a mi me da asquito). Me pregunto qué causa que exista una gran diferencia en % de chicos vs chicas a las que les guste el sexo de fluidos(=guarro), pues, parece, que en las mujeres es una minoría. Me ha pasado mucho con el tema de los pies, de la lluvia o de mearse encima mientras follaba. Mi experiencia es que "en general", solo he encontrado unas pocas que les ponga cachondas de verdad el sexo de fluidos, las mujeres lo hacéis más por complacer a la pareja que porque os ponga realmente cachondas, es una pena. Lo que más me ha marcado fue una chica que me dijo "contigo sí puedo ser yo", frase que luego ha dado lugar a charlas de horas, sobre como las mujeres os autocensuráis en el sexo hasta que alguien os da la confianza de disfrutar de lo que sintáis sin pensar que vais a ser juzgadas como "guarras", la mejor experiencia que se pueda tener en la cama es estar con una mujer sin ataduras mentales/sociales. Somos "monos/as" evolucionados y ellos no se preocupan mucho de lo guarro o no que sea el sexo, solo lo disfrutan y creo que esto es lo que nos falta. Ya te contaré mi teoría de los monos sobre el sexo humano…..hace que entendamos muchas cosas que, por no comprender de dónde venimos, algunos piensan que son cosas "raras", pero están en nuestra genética, solo que la hemos "mal" domado. "Aunque el mono se vista de seda mono se queda"..(he cambiado mona por mono a conciencia)…. Un beso!

    Responder
    • Mamá, no leas dice

      11 de octubre de 2017 a las 09:11

      Creo que parte de la 'culpa' la tiene la educación que hemos recibido, puede que el porcentaje real no sea tan diferenciado y que lo que pase sea que las mujeres a las que les gusta el tema de fluidos no hablan de ello o no lo piden por miedo o vergüenza. Me gustaría puntualizar que no todo lo que se denomina 'sexo guarro' tiene que ver con fluidos, ya sea fetichismo de pies, exhibicionismo, vouyerismo, o cualquier cosa que no sea el típico coito bíblico puede calificarse de guarrada según a quien le preguntes. Sí que es cierto, como dices, que tendemos a autocensurarnos de alguna manera, y me vuelvo a remitir a la educación, a la nuestra de cierta represión sexual, y a la vuestra de 'mujer que disfruta del sexo = guarra'. El poder dejarse llevar y sacar todo eso que tenemos dentro no ocurre, por desgracia, con todas las personas, se precisa (no sólo las mujeres) de una confianza en la otra persona, o una gran confianza en uno mismo que mande a la mierda lo que otros puedan pensar, y eso muchas veces cuesta por más que nos joda.

      Espero tu teoría sobre los monos y el sexo humano 😉

      Gracias por pasarte, espero verte de nuevo por aquí. Besotes.

      Responder
    • Anónimo dice

      11 de octubre de 2017 a las 09:48

      jajajajaja "coito bíblico"…te lo robo!!que buenooo!!!… seguiré…seguiré apareciendo por aquí cuando el tiempo me lo permita….Y para la siguiente entrega…te comentaré sobre la bisexualidad (sobre todo la femenina) y cómo está fundamentada en el comportamiento de los monos. (no sé si se puede considerar sexo guarro(no me gusta ese adjetivo), pero ver a dos mujeres llegar al orgasmo juntas es una experiencia que hay que vivir…) Otro beso para tí..

      Responder
    • Mamá, no leas dice

      20 de octubre de 2017 a las 11:12

      Úsala, para esto están las expresiones. Te espero por aquí entonces 😉

      Responder
  7. Nelson dice

    7 de junio de 2019 a las 10:47

    Particularmente, me encanta lamer las axilas de mi pareja y si tiene ese punto justo de acidez y putrefacción me excita muchísimo, igual gozo cuando su vagina tiene ese cierto grado de sudor y olor. Por demás soy súper aseado al igual que ella. Para gustos y colores …

    Responder

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Soy divulgadora sexual, sextoy reviewer, sex coach, escritora, correctora, editora y lo que haga falta. Apasionada del mundo de la sexualidad, escribo sobre productos eróticos, curiosidades y reflexiono sobre sexo, feminismo, trabajo sexual y libertad. Masoquista emocional. El humor no es una opción, es una necesidad. ¿Te cuento más?

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