La próstata sirve para algo más que estropearse con la edad. Una de las funciones más interesantes y, para qué negarlo, divertidas, es su estimulación erótica. Aquí está el Punto P.
Afortunadamente los tiempos están cambiando, y con ellos el tabú al ano se va disipando a medida que más y más personas descubren lo excitante que puede ser. Este tabú pesa mucho más en los hombres heterosexuales, a quienes más les cuesta abrir la mente y relajar el esfínter.
PUNTO P
La próstata, en entorno erótico, es denominada como Punto P. Ese punto P va ligado al pene y testículos en muchas funciones, pero en lo que se refiere a lo erótico, puede ser estimulado de forma independiente, aunque, como es lógico, las sensaciones pueden verse reflejadas en la respuesta eréctil o incluso eyaculatoria.
¿DÓNDE ESTÁ EL PUNTO P?
Como he dicho, se encuentra en el ano, a pocos centímetros en su interior. Su ubicación está en la cara frontal, y podemos encontrarlo introduciendo un dedo y moviéndolo ligeramente en dirección al ombligo.
Nadie está diseñado al milímetro, por lo que la ubicación puede variar mínimamente arriba o abajo, y tener la próstata más o menos grande. Sólo hay una forma de descubrirlo.
ESTIMULADORES PROSTÁTICOS
Introducir un dedo, o más, es una forma de estimular la próstata, aunque no la única manera.
En el mercado existen muchos juguetes para el ano, pero hay una selección concretamente enfocada a la estimulación del Punto P.
La diferenciación principal entre un juguete anal y uno específico para el Punto P, es su forma. Cuentan con una base, como otros juguetes anales, pero también con una curvatura de mayor o menor inclinación que facilita un mejor acceso a la próstata.
Podemos encontrar estimuladores prostáticos de diversos grosores y tamaños, pues como decía antes, no todas las personas son iguales. Y, por supuesto, sus gustos tampoco.
Existen modelos con una base pequeña, otros con una base más alargada que se acopla en el perineo, unos que vibran, otros que tienen electroestimulación, otros que no tienen motor…
UN AGUA
Hay personas muy obsesionadas con la limpieza anal que no salen de casa si no se hacen una lavativa. Personalmente, no lo recomiendo. Las lavativas abusivas, aunque se hagan sólo con agua, dañan la flora intestinal y el tejido del ano y recto, lo que puede tener, a la larga, malas consecuencias.
Una buena ducha a fondo debería ser suficiente. Es imprescindible asumir que quien con anos juega, a mancharse se expone. Podría ser recomendable liberar el intestino con anterioridad, quizá no abusar de comidas copiosas justo antes… Una buena alimentación con un aporte de fibra equilibrado, una buena hidratación y una higiene básica, es lo que recomiendo para tener un sexo anal lo más limpio posible. Aunque se haga en solitario.
MANOS A LA P…MASA
El ano es un músculo sin lubricación propia, a diferencia de la vagina. Esto es importante puesto que para que el juego anal y la estimulación de la próstata sea satisfactoria, debe lubricarse previamente.
Tras elegir un lubricante acorde con los juguetes que se vayan a usar, se debe aplicar sobre el estimulador prostático y en el ano, incidiendo en su interior. Lo recomendable sería, cuando se está empezando en este tipo de prácticas, comenzar con un dedo e ir aumentando grosor con otro, y otro, progresivamente. De esta manera el ano se va a acostumbrando y dilatando poco a poco.
Cuando se considere que está lo suficientemente dilatado como para introducir el estimulador, debe hacerse con cuidado, asegurándose de no pecar de impaciente y provocar un posible daño.
Según el tipo de estimulador prostático permite unos u otros usos. Ya sea colocarlo en el ano mientras se realiza una penetración a la vez, colocarlo en el ano y moverlo despacio en el interior, meterlo y sacarlo, ponerlo a funcionar si tiene motor, darle el mando a otra persona si el juguete lo tiene…
ORGASMO PROSTÁTICO
El cerebro es el centro del placer, se encarga de gestionar cada sensación y su posterior reacción. Pero, evidentemente, el juego erótico no lo notamos cosquilleante en el cerebro, sino en las zonas estimuladas o circundantes.
En el caso de la próstata y el uso de estimuladores específicos, proporcionarán sensaciones en ese punto concreto, el P. Pero al igual que cuando nos estimulan, por ejemplo, un pezón, las sensaciones viajan por el cuerpo, pudiendo saltar en los genitales. Que la sensación sea placentera no es sinónimo de orgásmica. Y el orgasmo no tiene que ser, necesariamente, eyaculatorio.
Cada persona puede reaccionar de maneras diferentes a la estimulación de la próstata. Quien tiene increíbles orgasmos sin eyacular, quien sí eyacula en el orgasmo, quien eyacula, pero no con orgasmo, facilitando la continuidad de la estimulación, quien ni orgasma ni eyacula… Y, por supuesto, hay a quien no le gusta esta estimulación tras haberla probado.
Pero quien no arriesga no gana, y quien no se rinde a la curiosidad no encuentra nuevas sensaciones. Pruébalo, al menos una vez, y desarrolla el máximo potencial con un estimulador prostático.
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