Vamos a descubrir si la polémica con la ISO 3533 es real o es algo que se han inventado un par de estadounidenses aburridos. Es cierto que las polémicas suelen ir de la mano de los avances, y cuando éstos son un preludio legislativo, hay quien tiembla como si fueran a quitarle los juguetes y castigarles contra la pared, y no precisamente por placer.
ANTECEDENTES
A finales de año publiqué un artículo explicando qué es la ISO3533 y cómo afecta a los juguetes eróticos. Si te perdiste el artículo, te recomiendo leerlo antes y luego volver, de lo contrario te sonará todo a Klingon.
Me parecía (y parece) un tema muy interesante, así que decidí compartir una versión en ingles en un foro de Xbiz (una web del sector). Tuvo muy buena acogida inicialmente. Mucha gente se mostró interesada, otros comentaban la necesidad de algo así, y alguno me felicitaba por el artículo.
Pero también había detractores cuyo argumento era que favorecía el monopolio de las grandes empresas. ¿Había polémica con la ISO 3533?
DEMANDA, DEMANDA
Creían, varios de quienes intervinieron en el foro, que limitaría las ventas, dificultaría el trabajo a empresas artesanales o emergentes, y que, en esencia, los términos de seguridad propuestos no eran precisos puestos que «para eso están las demandas». Puede que esa idea se base en conceptos estadounidenses que se nos escapan desde Europa; siempre he creído que es mejor prevenir que demandar.
Pero claro, tampoco entendía determinados avisos surrealistas como «no planchar la ropa sobre el cuerpo», «no usar el secador de pelo mientras se duerme», o el clásico «no saque manos ni pies de la atracción mientras está en movimiento»; y me di cuenta de que todos parten de la base de la estupidez, y que hay mucha persona estúpida que prefiere meterse en juicios que usar el sentido común. Y por eso ahora, tú y yo, tenemos que ver advertencias irrisorias para que las empresas eviten demandas también irrisorias (seguramente porque ya han tenido que pasar por ellas).
INVESTIGACIÓN
Tras debatir largo y tendido con un par de estadounidenses convencidos de que estas cosas se arreglan en el juzgado, y no con un etiquetado coherente y un consumidor consciente, me propuse investigar sobre el tema, y consultar a empresas artesanas y emergentes su opinión sobre la ISO 3533 y si realmente la veían como algo limitante que pudiera perjudicar su negocio.
En esta entrevista he contado con la colaboración de Ffion Harman de Finebone (productos de cerámica), Onintze Saldías de Saktion (productos de cristal natural), Isabelle Deslauriers de Desirables (productos de porcelana) y Will Ranscombe de Love Not War (productos de silicona y aluminio reciclado).
¿EXISTE POLÉMICA CON LA ISO 3533?
Las personas que participan en esta entrevista son artesanos y/o empresas emergentes, las personas que, según aquella conversación, más saldrían perjudicadas por la ISO 3533 de convertirse en norma (he de recordar que actualmente es una recomendación no obligatoria).Vamos a ver, por sus respuestas, si realmente hay una polémica con la ISO 3533. Al menos desde el punto de vista de las empresas participantes.
LA ENTREVISTA
Planteé 7 preguntas comunes, y he de decir que he recibido respuestas muy interesantes y que, como imaginaba, no me he llevado las manos a la cabeza horrorizada. Aquí podrás ver algunas de sus respuestas, pero como hay respuestas muy completas que alargarían en exceso este artículo, y no quiero que se pierda todo lo que tienen que decir, te dejaré links directos a las entrevistas completas con cada cual, para que puedas leerlas enteras [Cuando existe texto previo o posterior, encontrarás en la respuesta «(…)» como indicador].
¿Has oído hablar de la ISO 3533 sobre la seguridad de los juguetes eróticos? ¿Qué piensas?
Finebone: Escuché sobre eso y, para ser honesto, estaba bastante emocionado por el reconocimiento que finalmente están obteniendo los juguetes sexuales. Es como si al fin los estuvieran tomando en serio.
Desirables: Creo que definitivamente es un paso en la dirección correcta, incluso si no mucha gente obtiene la certificación, está poniendo la información y el conocimiento de que este es un problema real en el sexo y la industria del juguete (…) Lo bueno: ISO es una entidad reconocida internacionalmente que garantiza cierta seguridad en los procesos y protocolos. Lo malo: ISO es un proceso tan grande que definitivamente es una inversión obtener la certificación, ¿vas a tener un buen ROI (Retornos sobre la Inversión) en esto? Eso no es seguro.
Love Not War: (…) Los juguetes sexuales se producen, comercializan y venden en casi todos los países del mundo, por lo que, en todo caso, me parece bastante sorprendente que hasta ahora el mercado erótico permaneciera totalmente desregulado. Sin embargo, lo que diría es que, si bien esto obviamente fue un gran paso adelante para la industria, ya que los fabricantes finalmente tienen una línea de base para materiales y diseños seguros, cumplir con esa línea de base sigue siendo voluntario, no es un requisito legal. Esto significa que los juguetes sexuales aún podrían estar hechos de materiales inseguros. Así que sí, aunque esta recomendación es obviamente algo positivo, sigo pensando que ISO puede hacerlo mejor y definitivamente debería profundizar en este tema (…).
Saktion: (…) Hablamos de juguetes eróticos que entran en contacto con partes muy íntimas de nuestro cuerpo y qué menos que saber que lo que introducimos está de alguna manera “regulado” bajo unos mismos parámetros.
Teniendo en cuenta lo que propones, ¿crees que son estándares difíciles de asumir para una pequeña o mediana marca artesanal, y que benefician al monopolio de las grandes marcas?
Finebone: Las ISO de la industria cosmética definitivamente expulsan a las pequeñas empresas porque son muy específicas, pero eso es por una buena razón porque el daño podría ser muy grande con los productos químicos tópicos involucrados. Todavía hay cierta flexibilidad en la forma en que está escrita la norma ISO 3533 en este momento; en el mejor de los casos, es vaga. Espero que un movimiento como este pueda significar un futuro en el que las nuevas empresas de juguetes sexuales sean más elegibles para subvenciones gubernamentales y préstamos comerciales. Podría ayudar a algunas pequeñas empresas a despegar.
Desirables: Oh, DEFINITIVAMENTE benefician a las grandes marcas. Algunas marcas más pequeñas, especialmente aquellas más «hechas a mano» y «pequeñas producciones», simplemente no pueden aplicar algunos de esos estándares (…) También tendré curiosidad por ver si consideraron materiales alternativos como porcelana (cerámica), madera, cristal, vidrio o solo vieron los clásicos (plásticos y acero inoxidable).
Love Not War: A todos los efectos, Love Not War es una marca emergente. También somos los orgullosos creadores de vibradores que no hacen concesiones cuando se trata del placer de nuestros consumidores o del planeta, por lo que es justo decir que la seguridad y el bienestar de nuestros consumidores no es y nunca ha sido negociable para nosotros. Creo que las personas deberían poder comprar un juguete sexual, con la seguridad de saber que no solo es seguro para su cuerpo, sino que también está hecho éticamente y no creo que crear productos de esta manera sea un estándar difícil de alcanzar, de hecho, creo que debería ser el estándar básico de la industria al que todos deberíamos adherirnos.
Saktion: En el caso de Saktion, que es una pequeña empresa no vemos obstáculo ninguno en cumplir la normativa, ya que actualmente ya estamos cumpliendo un punto importante de la normativa ISO 3533 que es, por ejemplo, el avisar en las instrucciones de nuestros artículos que ningún producto Saktion es de uso anal. También creemos que quizás nuestro caso es menos complicado que aquellas empresas o marcas que se dedican a los juguetes eróticos electrónicos que puede que tengan que cumplir muchas más exigencias.
¿Piensas que los controles de calidad y seguridad del producto son un valor añadido, o algo que se puede relajar en favor de (posibles) ganancias más altas?
Finebone: Valor añadido: para mí, significa una mayor aceptación pública de los juguetes sexuales en todos los ámbitos. Tal vez apunte hacia una censura menos dura, de modo que las marcas de bienestar pequeñas y grandes puedan buscar canales publicitarios regulares, como medios impresos y redes sociales y, por lo tanto, aumentar las ganancias.
Desirables: Si me hubieras hecho esa pregunta hace 10 años, cuando comencé, hubiera dicho que el cliente no lo reconoce como un valor añadido. AGRADECIDAMENTE, ahora está cambiando y ha habido mucha educación sobre este tema, especialmente de vendedores, tiendas eróticas y educadores sexuales. Ahora hay un mercado para los juguetes sexuales seguros para el cuerpo (…).
Love Not War: Personalmente no, no creo que sean algo que se pueda o se deba relajar. Como fabricantes de juguetes sexuales, asumimos que aquellos que nos compran confían en que les estamos vendiendo productos seguros y de buena calidad que se ajustan a su propósito previsto. Los consumidores depositan su confianza en nosotros y eso conlleva la responsabilidad de hacer lo correcto por ellos. Lo que diría es que, si bien la industria de los juguetes sexuales sigue sin estar regulada en gran medida, existen muchas marcas éticas y de alta calidad que fabrican excelentes productos que tienen en cuenta el interés del consumidor (…).
Saktion: Por supuesto, es un valor añadido la calidad y seguridad del producto, básicamente porque no podríamos dormir tranquilas sabiendo que no se ha inspeccionado, supervisado y analizado cada producto que sale a la venta con controles de calidad y la información necesaria. Desde luego, esto no nos exime de que algún día pueda haber algún problema, porque muchas veces el cliente final hace caso omiso a las advertencias.
¿Es posible que los consumidores prefieran sacrificar seguridad por precios más baratos?
Finebone: Probablemente, cuando se trata de juguetes sexuales, creo que el mercado está realmente dividido, no hay mucho en el punto medio. Nuestro grupo demográfico (quizás en el extremo superior del mercado) tiene una audiencia femenina de 35 a 55 años. Pero creo que quizás una audiencia más joven que está experimentando y tiene menos ingresos disponibles podría renunciar a la seguridad en favor de precios más baratos.
Desirables: Si los consumidores no son conscientes de las consecuencias que conllevan los juguetes sexuales baratos, definitivamente buscarán precios más baratos, quiero decir, quién no lo haría en esta economía (…).
Love Not War: En mi experiencia personal, he encontrado que lo contrario es cierto. La mayoría de los consumidores de Love Not War están compuestos por Millennials y Generación Z, cada vez más apodada «Generación Verde», no tienen miedo de su sexualidad y tampoco tienen miedo de gastar dinero en ella. Son personas fuertes y seguras de sí mismas que hacen compras educadas y demuestran un comportamiento de consumo ambiental y socialmente consciente. Con el aumento del poder adquisitivo y el acceso a una gran cantidad de información en línea, esta generación está traduciendo la conciencia en opciones de productos conscientes, orgánicas y respetuosas con el medio ambiente. La asociación con opciones éticas y respetuosas con el medio ambiente se está convirtiendo rápidamente en el nuevo símbolo de estatus para los consumidores jóvenes y en una expresión de su identidad (…).
Saktion: Totalmente, pero esto es un problema muy grave porque puede haber consecuencias serias por elegir un producto más económico y de menor seguridad. Esto ocurre con muchas cosas en la vida, elecciones sobre lo que comemos, nos ponemos en la piel, etc.…pero lo barato sale caro.
¿Qué tenéis en cuenta, en términos de seguridad, a la hora de diseñar/fabricar un producto? Y cuando ya está fabricado, ¿qué se analiza en el control de calidad/seguridad?
Finebone: Analizamos las pruebas de fuerza y completamos una evaluación de riesgo personal sólo para nuestro propio uso. Pero como no ha habido estándares, ha sido difícil saber hacia qué trabajar. Por ejemplo, no vendemos mi masajeador actual «Prudence» para uso anal. Los minoristas de juguetes sexuales nos aconsejaron que el ensanchamiento en la base debería ser más grande si se iba a comercializar como un juguete anal. Esta no fue una legislación escrita, sino el boca a boca de profesionales del sexo de confianza (…).
Desirables: (…) Para nuestro proceso de control de calidad, todos nuestros productos cerámicos son evaluados 3 veces para verificar si tienen cortes, grietas o defectos visuales. Para cada lote, hacemos una pequeña prueba de resistencia en la que tratamos de romper uno a mano solo para asegurarnos de que la densidad del material esté dentro de nuestros límites definidos (…).
Love Not War: Cuando se trata de la fabricación de juguetes sexuales, también es importante que la fábrica en sí sea segura y accesible. Si los juguetes son seguros para el usuario final, pero no para las personas que los fabrican o la comunidad cercana a la fábrica, en realidad no cumplen con los más altos estándares de seguridad y ética. Estos principios se extienden a través de las industrias a todos los bienes de consumo empaquetados (…) Nuestros juguetes están diseñados, producidos y empacados bajo un mismo techo, y nuestro experimentado proceso de control de calidad garantiza productos seguros y duraderos para nuestros consumidores (…).
Saktion: (…) Desde nuestro departamento de Control de Calidad, revisamos cada pieza antes de que llegue a su destino final. Respecto al material de nuestros productos podemos decir que son seguros ya que no son porosos, no llevan tintes, ni plásticos, ni siliconas y no llevan ningún elemento electrónico. No obstante, nuestro deber es avisar en las instrucciones el deber de revisar el producto antes y después de su uso, así como la prohibición del uso anal en nuestro caso.
Por motivos de seguridad o diversidad legislativa, ¿has tenido dificultades para vender/exportar a otros países? (Especialmente entre Europa y Estados Unidos o viceversa)
Finebone: ¡Sí, con las recientes sentencias del Brexit ha sido una pesadilla! Solía vivir en Alemania y nuestra campaña de kickstarter comenzó allí, pero ahora ya no podemos atender a los europeos debido a las tarifas y lo impredecible de la misma. Como alguien personalmente involucrado en el activismo contra el Brexit, es frustrante (…).
Desirables: Como estamos hechos de porcelana, generalmente caemos en la categoría de «artes» y no hemos tenido dificultades para vender a otros países.
Love Not War: Somos una empresa británica, pero comerciamos en algunos otros países del mundo, incluidos los Estados Unidos, y hasta la fecha, afortunadamente, no hemos enfrentado ningún problema. Cuando desarrollamos la línea de productos y comenzamos a investigar el proceso de venta en otros países, pasamos mucho tiempo revisando todos los requisitos de importación y registrándonos en la FDA (…).
Saktion: En principio no hemos tenido mayor complicación en la venta de nuestros productos, pero sí es una cuestión que revisamos de forma periódica para mantenernos al día y no dejar de cumplir con los estándares y normativas impuestas en cada país.
Profesionales del sector erótico en Estados Unidos señalaron en un foro que no eran necesarias «tantas medidas de seguridad», y que para eso estaban las demandas. ¿Es usted de la opinión de que «más vale prevenir que curar» o invertir en equipamiento jurídico?
Finebone: El tiempo dirá. Pero actualmente, la falta de legislación hace que algunas empresas de juguetes sexuales sean “blancos fáciles” en términos de lo que pueden hacer para defenderse. La industria de los juguetes sexuales de cerámica aún es muy pequeña. No creo que las regulaciones se hayan hecho pensando en nosotros. Solo comenzaría a preocuparme si accidentalmente nos excluyeran al negarse a reconocer la cerámica como un medio potencial (…).
Desirables: Definitivamente caería en el campo de «más vale prevenir que curar», si puede asegurarse de que su producto sea lo más seguro posible, ¿por qué no lo haría? Las pequeñas empresas no pueden manejar demandas sin hundirse. ¡Las pequeñas empresas incluso pueden permitirse a veces un seguro! Porque la mayoría de las compañías de seguros no quieren estar en ese mercado, especialmente si vendes en los EE. UU. (…).
Love Not War: ¡Absolutamente no! Como diseñadores y fabricantes de productos enfocados en el consumidor, nuestros clientes son el corazón de nuestro negocio. Sin ellos no seríamos nada y, como tal, nos tomamos muy en serio su seguridad y bienestar (…).
Saktion: Nosotras creemos que es importante hacer las cosas bien desde el principio. Aunque requiera bastante atención y cierta inversión, creemos que las empresas de este sector deben cumplir con ciertos estándares de calidad, deben tener su propio seguro, al igual que deben contar con una transparente comunicación que permita a los clientes estar plenamente informados, ya que “más vale prevenir que curar”.
CONCLUSIONES
- Existe una opinión generalizada de la NECESIDAD de una regulación en el mercado erótico. Y, sinceramente, no me puedo imaginar ninguna marca ética que pueda estar en contra de proporcionar productos de calidad y seguros para su uso en todos los niveles.
- También se dejan ver opiniones que consideran, como yo, que la ISO 3533 resulta insuficiente, pero es un comienzo.
- En general los estándares no se ven como imposibles o difíciles de alcanzar. De hecho muchas marcas, entre ellas las presentes en este artículo, ya aplican la mayoría (si no todas) las recomendaciones de seguridad. Pero también he de darle la razón a Isabella de Desirables (mira su entrevista completa), y es que una cosa es seguir las recomendaciones, y otra lograr la certificación que podría llegar a ser precisa algún día.
- La calidad y seguridad se perciben como un valor añadido, y si bien disminuyéndolos podrían aumentar los ingresos en algunos casos, la ética se impone.
- Las empresas emergentes o artesanas se toman muy en serio la seguridad y los procesos de calidad. Producciones más bajas y/o una mayor responsabilidad para con el cliente, hacen que se sigan parámetros más exhaustivos. Aquí cabría preguntarse si las grandes marcas siguen teniendo ese mimo por el producto, o lo perdieron en las grandes producciones.
- Parece que los consumidores son cada vez más conscientes de que no se venden duros a cuatro pesetas (hostia, qué mayor me siento), y que es relevante invertir en un producto de calidad aunque sea más caro.
- En cuanto a la venta al extranjero, hay diversidad de opiniones. Y esto supongo que será como cuando tú haces cualquier trámite institucional, que más allá del protocolo, hay una gran variedad de factores que pueden afectar en su eficacia/facilidad.
- Es unánime. La calidad y la prevención se anteponen a dejarlo todo en manos de las demandas. Me reitero en la opinión de que parece existir una cultura de la demanda en Estados Unidos, ni que los abogados trabajaran gratis.
- La importancia de la ética. Una empresa responsable, con principios y con una ética firme trabajará por proporcionar el mejor producto posible y aportar toda la información precisa al consumidor. El marketing se paga, la ética no tiene precio.
- La polémica con la ISO 3533 la veo más hacia la insuficiencia de sus medidas propuestas, o el costo de una posible futura certificación de las empresas, que sobre la importancia de la seguridad. La seguridad y como la salud no tienen precio, y no deberíamos tener que ponérselo a través de una demanda judicial.
LEE LAS ENTREVISTAS COMPLETAS
Ffion Harman de Finebone (productos de cerámica) – Entrevista completa.
Isabelle Deslauriers de Desirables (productos de porcelana) – Entrevista completa.
Will Ranscombe de Love Not War (productos de silicona y aluminio reciclado) – Entrevista completa.
Onintze Saldías de Saktion (productos de cristal natural) – Entrevista completa.
ACTUALIZACIÓN
Una semana después de la publicación de esta entrevista, en Xbiz se publicó un artículo relacionado y complementario: Ejecutivos de la industria evalúan las directrices ISO, recomendaciones para productos de placer. Tiene puntos muy interesantes, algunos de los cuales se han tratado en esta entrevista. Si te interesa el tema de la ISO, échale un vistazo.
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