Una de cal, otra de arena, y otra de dictadura moral; donde se clama al cielo por la aprobación generalizada de un pin parental a la vez que endosan a los niños aparatos con tarifa plana de internet, sin supervisión.
En qué estaremos pensando, ¿promover una educación sexual de calidad? No, por favor, mejor que aprendan viendo vídeos XXX en los dispositivos que les cedemos sin control, eludiendo nuestra responsabilidad como adultos.
PIN PARENTAL
A estas alturas si no te has enterado de la polémica del momento es que vives en una cabaña aislada y, sinceramente, es casi mejor que vuelvas a ella, porque es de vergüenza lo que hay que leer. El dichoso pin parental se plantea como una medida para que los padres (y madres) controlen aquello que sus hijos aprenden en el colegio, pudiendo negarse a que participen en talleres, charlas o actividades en horario escolar de diversa índole.
Aunque la educación sexual es la primera víctima de esta medida, ya está habiendo casos de padres que niegan la asistencia a sus hijos a cosas tan comunistas como, por ejemplo, el reciclaje; porque por todos es sabido que del reciclaje te pasas a las manualidades, y de ahí a montar un sindicato izquierdoso va un paso (nótese la ironía, por favor).
Puedo entender que cada familia tenga sus valores particulares, e inculque éstos a sus vástagos, siempre que se mantenga el respeto por los demás, y el currículo escolar que, personas más versadas que ellos, han propuesto para su curso. Tú puedes adorar al dios de la sémola, y no por ello creerte en el derecho de ajusticiar a quien reza a la remolacha, y tampoco a lapidar a quien tiene devoción por la diosa pechuga de pollo. El respeto debe ser la base de cualquier educación, se sigan las directrices que se sigan. Yo misma respeto que haya neardentales conviviendo entre nosotros, pero no que quieran ajustar la educación pública del país a su retraso cognitivo…
NO INVENTE, SEÑORO/A
Lo irónico es que esa gente que vende la moto del derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos, fundamentan su decisión bajo la premisa de que, lo que tengan que aprender sobre sexualidad (punto más castigado en esta medida), lo aprenderán en casa.
Y es irónico porque rara vez se da el caso en el que los padres (en especial de determinadas ideologías) se sientan frente a la criatura y le explican, de forma verídica, lo que debe saber sobre sexo. No me meteré aquí a mencionar otros aspectos como la afectividad, la violencia de género, diversidad sexual o comunidad LGTBI+, donde lo más probable es que no sólo eviten el tema, sino que adoctrinen (sí, señoros, adoctrinan en sus casas) en que eso no existe, es contra natura o no merece respeto ni consideración alguna.
NEGACIONISTAS
En este plan, ya no sabemos si es más peligroso creer que la Tierra es plana, que el cambio climático no es real, o que su descendiente es un alma cándida que nunca verá/aprenderá/hará/dirá nada que no le permitan antes expresamente. Se ve que nunca se saltaron las normas de pequeños…
Niegan que sus hijos deban aprender sobre sexualidad y lo hacen vanagloriándose de su propia falta de educación, aludiendo a que en su época no tuvieron esas cosas, aprendieron solos y han salido bien. Algo que, como dijo una compañera, es muy subjetivo. También niegan que sus hijos, por iniciativa propia, vayan a trastear en sus dispositivos, aun con control parental, o recurrir a las amistades con padres más relajados, para descubrir todo eso que sus padres aprendieron solos, pero en este caso en su versión más hardcore con porno hd, en una pantalla pequeña, fácil de ocultar y sin la debida formación para ser capaces de distinguir la ficción de la realidad. Es más cómodo censurar el mundo que educar de forma consciente, como si obviarlo hiciera desaparecer todos esos temas incómodos para muchos.
MI HIJO ES MÍO…
«… y lo maleduco si quiero». La titularidad del libro de familia no es, ni puede ser, un motivo para negarle a un ser humano una debida educación que lo forme para vivir en sociedad. Porque a diferencia de lo que los promotores del pin parental creen, el mundo es muy diverso y tiene infinidad de formas de pensamiento. Hoy se niega la educación sexual, mañana la historia porque no se cuenta como esos padres desearían que hubiera sido. Si cae la educación sexual, ¿quién nos dice que no caerán el resto de materias, una a una, para doblegarlas a la censura moral de una parte de la población? Bueno, tendremos caza y tauromaquia en las escuelas, ¡estamos salvados…! Luego me dirán que llamarles neardentales es pasarme, pero qué decir, ¡cuidado con los mamuts en las prácticas!
La patria potestad no debe ser un argumento para prohibir a un ser humano el desarrollo completo e individual de su personalidad y formación, dentro de los parámetros adecuados a su edad. Acaso qué creen, ¿que toda la comunidad LGTBI+ surgió por generación espontánea y que ninguno tuvo padres heterosexuales? ¿Piensan que saldrán de primaria habiendo organizado su correspondiente orgía sodomizadora de graduación? ¿Que se podrá de deberes practicar la zoofilia con la mascota familiar? Todo esto suena a demencia irreversible, pero hay quien así lo cree.
¿No quieren que sus hijos tengan la formación de la que tanto carecen ellos aun siendo adultos? Que hubieran tenido amebas, así el parecido sería más veraz.
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