Inicié esta aventura en 2014, y no fue hasta 2016 que le dije a mi madre a qué me dedicaba. Supongo que yo misma al principio cargue con ciertos prejuicios sobre mi propia actividad, un hobby por aquel entonces. Lo guardé en secreto no tanto porque me avergonzara, sino porque pensaba que no comprendería mi decisión y los motivos de ésta. Y no era sencillo decirle: «Mamá, soy sexblogger», cuando apenas yo sabía qué significaba.
En mi casa no se ha hablado, hasta ahora, abiertamente de sexo, y muchas cosas de las que aprendí lo hice como muchas otras personas: con fuentes poco fiables. No obstante, tampoco supuso un tabú explícito, simplemente algo que no se trataba.
No quiere decir que actualmente compartamos posturas y preferencias sexuales, pero sin duda hablamos de sexualidad, de productos eróticos, de peculiaridades eróticas… Y puedo sentir el orgullo de mi madre cuando le cuento mis progresos profesionales, algo que no tiene precio.
Como tampoco lo tiene que se haya prestado para esta pequeña entrevista…
¿Qué pensaste cuando te dije a qué me dedicaba?
(mirada intensa) Ubiqué muchas cosas, recordando que años atrás había oído la frase de «Mamá, no leas» en complicidad con tu hermana, y fue tomando forma. También los paquetes que llegaban, y no era navidad, y terminaban desapareciendo dentro de tu habitación sin dejar ni rastro.
¿Y sobre el libro, #PrimeraVezBook?
Me hizo mucha ilusión la iniciativa del proyecto, reunir a la gente, dirigirlo, y la parte creativa y estética, que era muy tú.
¿Hablaste con alguien cuando te dije «Mamá, soy sexblogger»?
Entonces no. Tardé como un año.
¿Y eso?
Tenía que digerirlo yo. Te apoyo, pero no consideraba que mi entorno pudiera aceptarlo bien sin juzgarme a mí o a ti. Que soltaran algún «¿cómo se lo permites?».
Tengo tu ayuda en muchas cosas, sea para opinar sobre un diseño, una idea descabellada… ¿Te gusta formar parte de este proyecto?
Sí. Por varias razones, porque es un proyecto tuyo, porque tiene una importante parte creativa, porque me incluyes, y por otra parte porque considero que haces una tarea que hace bien a mucha gente, además de limpiar y desmitificar lo que consideramos sexo.
La edición de #SegundaVezBook fue muy complicada, mucha gente, mucha responsabilidad… Ya enterada del proyecto, e involucrada de cierta manera, ¿cómo lo viviste?
Como todo proyecto nuevo que emprendo, aunque no fuera mío, con ilusión. Estaba para ayudarte y servirte de apoyo, ya fuera moral o práctico. Tuvo su parte divertida, desde las risas con el repartidor cuando trajo cajas y cajas una vez impreso, o cuando preparamos los envíos.
Mucha gente me pregunta si el nombre de la web es una broma, y se sorprenden cuando les digo que no, que realmente no me lees. ¿Qué les dirías a esas personas?
Que soy la mamá de Mamanoleas, y que no es que sea obediente, pero he preferido no entrar en estos berenjenales.
Ahora hay personas de tu entorno, e incluso gente que te encuentras por el camino, que saben a qué me dedico. ¿Cómo llevas el contarlo, y qué reacciones recibes?
Lo llevo bien, es una manía de las madres promocionar a sus hijos hagan lo que hagan. Ver que trabajas bien, tienes un vocabulario cuidado, una buena estética…me hace creer en tu profesionalidad. Sé que escribes bien, sé que si alguien entra en tu página le va a gustar lo que vea incluso si no les interesa específicamente el tema (aunque no me lo digan).
Las reacciones que recibo son de sorpresa, frases cortas. «Ah», «oh, qué bien…».
¿Qué dirías a quien ve los juguetes eróticos como piezas de perversión?
Que son ignorantes. Y de hecho, algunos juguetes ya los prescribieron médicos del siglo XIX, aunque fuera para tratar una enfermedad inexistente, la llamada histeria femenina.
Sabiendo lo que sabes ahora, y habiendo recibido algunos juguetes eróticos en cumpleaños o navidades, ¿te plantearías regalar alguno a una amistad o familiar?
Sí, lo único que me puede retener es lo económico, pero los juguetes son algo que si lo usan una vez, lo van a querer probar de nuevo. Sólo hace falta atreverse a dar el primer paso.
En un tiempo, más pronto que tarde, formarás parte del crecimiento de este proyecto de forma más activa. Sin contar de qué se trata, ¿tienes ganas?
…y repelús. Estoy bastante alejada de lo que se puede considerar una vida sexual mínimamente activa, por lo que no sé qué voy a aportar. Pero me apetece, aunque sea entre bambalinas.
Para terminar, ¿crees que desde que me dedico a esto (y lo sabes), tu forma de pensar ha cambiado respecto a la sexualidad?
Sí. Mi visión se ha hecho mucho más abierta, y también he desmitificado el sexo. Siempre se decía que «del sexo no se habla, se hace».
Hasta aquí la intervención de mi madre, mi animadora, mi apoyo, mi mejor relaciones públicas. La suerte que tengo con ella es incuantificable, igual que lo que la quiero; imposible no hacerlo…
La intervíu más inversemblante, (dado el título del blog)….
Que mi madre no lea la web no quiere decir que no sepa a qué me dedico ni que tenga una opinión al respecto, como queda claro en la entrevista. Ahora bien, puedes pensar lo que quieras.