Lo hemos visto, lo hemos tocado, lo hemos usado, pero en cuanto a los cosméticos eróticos de mayor uso sabemos bien poco. En este artículo-estudio pretendo arrojar un poco de luz sobre los lubricantes sexuales y la importancia del pH.
FUNCIÓN DEL LUBRICANTE
El lubricante tiene la tarea básica de lubricar (ajá, ¡qué inesperado!), pero no sólo cuando hay alguna afección o molestia en concreto, sino que es favorable usarlo incluso cuando la lubricación natural es óptima. Por otra parte, aplicarlo en las zonas que no lubrican por sí solas, es imperativo; ya te digo yo que no quieres probar la sensación de una penetración o masturbación seca y áspera.
Por supuesto, cuando nuestro cuerpo pasa por alguna fase hormonal determinada, está sometido a mucho estrés, está en tratamiento farmacológico u otros factores, la lubricación natural tiende a reducirse o desaparecer (digamos que hablo de la vagina). En este momento es imprescindible contar con un buen producto humectante y/o hidratante para el día a día, y un buen lubricante de cara a la actividad erótica, haya o no penetración.
Sí, los lubricantes sexuales son un accesorio, pero no siempre son prescindibles, y no siempre vale cualquiera en cualquier momento.
MERCADO INFINITO
En el mercado encontramos infinidad de lubricantes sexuales; base de agua, base de silicona, híbridos, con efecto frío o calor, con aloe vera, con glicerina, sin ella, con sabores o neutros… Un mar de opciones para que podamos elegir el que mejor nos convenga. Lo malo es que la mayoría de las veces no contamos con toda la información necesaria para tomar la decisión más adecuada. Y aunque ésto no es algo único de la cosmética, sino de los productos eróticos en general, si es cierto que debemos tener más cuidado con los productos cosméticos que aplicamos en piel y/o mucosas (lubricantes, cremas, aceites, intensificadores, relajantes…).
Dentro de toda la gama de productos a elegir, ¿por qué no elegir aquellos que más información nos den sobre su composición? De esta manera no sentiremos que nos engañan con términos extraños; aunque para eso haría falta un glosario de términos para entender todos los ingredientes que, ya hoy, se incluyen en los envases; y tomaríamos mejores decisiones. No obstante, no está de más solicitar de manera activa a las marcas información más completa para que esto cambie algún día.
ESE LUBRICANTE NO ES PARA TI
Más allá de las posibles alergias a determinados ingredientes, hay que tener en cuenta que no todos los lubricantes sexuales son adecuados para todas las personas, o en todos los momentos. Es necesario tener en cuenta si tenemos alguna afección en la zona genital (obviaré que pueden usarse por todo el cuerpo, porque ya lo sabes y no es el tema), como podría ser alguna irritación, micro fisuras, ITS’s, la flora delicada, cándida, sequedad vaginal… E, incluso, si se desea un embarazo (whaat!), porque el lubricante que escojas podría estar complicándolo.
Esto último puede sonarte a sánscrito, pero es una realidad como un templo. Existen lubricantes que, si bien no contienen explícitamente espermicidas, sí afectan a la motilidad de los espermatozoides, haciendo que la concepción sea más complicada y, por tanto, contraproducente su uso. Mi compañera Zoraida Granados, psicóloga y sexóloga en el Gabinete ConPasión, me cuenta que los lubricantes de Durex y Control están contraindicados en procesos de fertilidad, precisamente por disminuir el movimiento de los espermatozoides y alterar la composición de cara a la concepción, así que si buscas un embarazo, decántate por otras marcas. Sobre este tema hablaremos más adelante con mayor detalle.
¡AZÚCAR! O MEJOR NO
Algunos lubricantes, especialmente aquellos que tienen sabores, contienen azúcares en mayor o menor medida. Esto podría ser sólo problemático en caso de tener diabetes o algún tipo de intolerancia cuando esos lubricantes los usamos en partes externas y alejadas de los genitales. No obstante, estos cosméticos se aplican, con mucha más frecuencia, en los genitales, sobre todo en vagina y ano, zonas mucosas con gran poder de absorción y delicados sistemas de flora natural.
El azúcar, más allá de interferir en la dieta de cada cual, puede alterar la flora natural; y esa alteración provocar, por ejemplo, una cándida que, entre tú y yo, no es algo agradable de experimentar, ni deseable siquiera a tu peor enemigo. Si tiendes a tener la flora sensible y muy susceptible a los cambios, toma conciencia a la hora de usar cosméticos eróticos, decantándote por productos beneficiosos para tu cuerpo.
Otro de los efectos de los lubricantes con azúcares es que tienden a volverse pegajosos en la piel una vez comienzan a secar, dejando una sensación desagradable y que no quita otra cosa que no sea una ducha.
Con esta información, creo que es mejor elegir lubricantes sin azúcar, pero sobre todo cuando éstos van a entrar en contacto con los genitales/mucosas.
ECOSISTEMA EN ORDEN
Nuestro cuerpo tiene su propio ecosistema, pero también microclimas diferentes según la zona. Esto hace que la piel de las manos sea más gruesa que la de los genitales, que el vello de ciertas zonas sea más grueso, o que el pH de la piel no sea el mismo que el de la vagina. Vivimos en un recipiente sabio que nos protege aun cuando no le prestamos apenas atención.
En lo que respecta a los lubricantes (porque yo de bióloga tengo lo que heredé de mi padre), vamos a centrarnos en las zonas más conflictivas, como son los genitales (pene, vagina, ano). Cada una de esas zonas tiene un pH que debe respetarse para un estado óptimo.
El pH
La piel tiene un pH neutro, que en su caso estaría situado en el 5.5; no obstante, esa medida neutra no es extrapolable a las zonas más delicadas (donde 7 sería un pH neutro). El pene tiende a un pH neutro-alcalino con un 7, el ano es algo más ácido y tendría aproximadamente un pH de 5, pero la vagina es otro mundo, pues es la zona que más fluctuaciones de pH, en situaciones normales, tiene. Su pH ácido varía entre el 3.8 y el 4.5, debe mantenerse en esos niveles para no desarrollar incómodas molestias; a decir verdad, este microclima es bastante delicado.
Puede que si tienes vagina te sorprenda descubrir cómo de ácido puede ser el flujo natural, pero si disfrutas de una vagina sana, entenderás ahora porqué parece que tu flujo se come el color de las bragas oscuras con el tiempo.
El equilibro del pH y una flora contenta
Con el fin de evitar molestias u otras problemáticas, es siempre recomendable mantener un pH equilibrado según conviene a la zona en cuestión. Si nuestro querido pH se ve alterado puede provocar que la flora natural se rebele, y te aseguro que no quieres eso. Una flora contenta es una entrepierna contenta.
Toda esta información (sin la que no podrías vivir, seguro), tiene un motivo, y es introducir la siguiente sección y hablar de diferentes marcas de lubricantes y sus pH según la zona de aplicación.
LAS MARCAS Y EL PH
Tras mi pequeño estudio, gracias a la participación de diversas marcas que mencionaré a continuación (si posteriormente se suman otras iré añadiéndolas), puedo ofrecerte un pequeño ejemplo de los diferentes grados de pH que podemos encontrar en los lubricantes del mercado. Por supuesto, es sólo una pequeña muestra, pero significativa, y te ayudará a orientar tu elección según las necesidades.
BASE DE AGUA
Pjur
Lubricante Med Glide Skin Repair – pH 4.8
Aloe Cadabra
Lubricante con base de agua y sin glicerina – pH 4.4
Sliquid Oceanics
Lubricante Brown – pH 7
Yes for Love
Lubricantes hidratantes y otros de uso general – pH 5
Lubricante anal – pH 6
Shots
Lubricantes de uso vaginal/oral – pH 4.5
Lubricantes de uso anal – pH 5.5
Lelo
Lubricante hidratante – pH entre 4.5 y 5.5
Tenga
Lubricantes (todas las gamas) – pH 6.8
Bijoux Indiscrets (productos colección Slow Sex)
Anal Play Gel – pH entre 6 y 7
Finger Play Gel – pH entre 6 y 7
Nipple Play Gel – pH entre 5.5 y 6.5
Clitorial Balm – pH entre 4.5 y 6.5
Intt Cosmetics
Lubricantes (toda la gama) – pH entre 5 y 6
Swede Original
Lubricante Aqua Confort – pH 4.5
System Jo
Lubricante Actively Trying (específicamente favorece la concepción) – pH 7 (aprox)
Catchlife
Lubricante agua – pH 4.5
Body Ars
Lubricante agua – pH 5.5
RFSU
Lubricante Klick – pH 5
BASE DE SILICONA Y LUBRICANTES HÍBRIDOS
Por el momento no tengo datos relacionados con el pH de lubricantes híbridos. En el caso de los lubricantes con base de silicona, me encuentro con una curiosidad, y es que varias empresas me han indicado que no es aplicable la medición de pH en este tipo de productos, pero una marca sí me ha facilitado medición de pH de su producto.
Uberlube
Lubricante (no testado a tal efecto y, por tanto, no recomendado en procesos de fertilidad) – pH 4.6
APUNTES
Con esta información, ¿debo entender que no todas las marcas o laboratorios clasifican de la misma manera los cosméticos eróticos, es realmente importante el pH de un lubricante que no tiene como fin ser absorbido por la piel/mucosas, sino ser retirado manualmente o eliminado de forma natural, como es el caso de los de base silicona, encontramos aquí una demostración empírica de la falta de regulación en este sector y el desconocimiento de consumidores…?
Hace pocos años salió al mercado un lubricante que prometía proteger contra el contagio del VPH (Virus del Papiloma Humano) -su nombre: BioGlide Safe con Carragenina de JoyDivision-, haciendo que el virus no pudiera adherirse a las células humanas gracias al Carrageen, que actuaba como barrera natural. Este producto podría suponer un gran avance, en especial si tenemos en cuenta que el VPH puede ser contagiado aun haciendo uso de anticonceptivos de barrera (condón masculino/femenino); por desgracia no existe información suficiente como para determinar una fiabilidad total, y tampoco más opciones -al menos que yo conozca- que promocionen efectos similares, ni mucho menos publicidad de la posibilidad de esquivar el virus aplicando este lubricante. ¿Realmente sirve de barrera natural, evitando el contagio, sólo lo hace en casos concretos cuando hay presencia de verrugas o cuando no las hay, protegería ante todos los tipos de VPH, si funciona cómo es que no han salido otros productos con el mismo efecto…?
Por ahora tendré que seguir investigando, para encontrar una respuesta a estas y otras cuestiones.
LUBRICANTE, PH Y CONCEPCIÓN
Si bien los lubricantes sexuales apropiados para la vagina, y la salud de su flora, serían unos de pH ácido; cuando el propósito es la concepción, la cosa cambia. Según me cuenta Nagore Uriarte, psicóloga, embrióloga clínica y sexóloga, el pH del lubricante sí tendría relevancia a la hora de la concepción, pero también sería importante la osmolaridad de éste; y te explico.
PH en la concepción
Partiendo de la base que la vagina tiene un pH ácido (más alcalino en época fértil), y el semen tiene un pH alcalino, el lubricante más recomendable y que no perjudicaría el esperma sería el más similar al propio semen, ergo lo más alcalino posible. Sirviendo esa alcalinidad de barrera protectora, por así decirlo, para aumentar la resistencia del semen en el clima algo hostil de una vagina ácida. Se contrarrestaría con ese lubricante la acidez vaginal y permitiría una mayor supervivencia de los espermatozoides. No obstante, Nagore me habla de un término nuevo para mí, que sería quizá más relevante si cabe que el propio pH, se trata de la osmolaridad.
Osmolaridad
La parte del pH es más sencilla, pues en mayor o menor medida cualquiera ha oído hablar de este término. La osmolaridad, es otro tema. Recurriendo a su ejemplo, estaríamos hablando de algo similar a cuando nos sumergimos en la bañera un largo rato, con una excesiva humedad exterior; nuestro cuerpo intenta equilibrarse con el medio y se deshidrata y arruga como una pasa, lo que le pasaría también a los espermatozoides en un entorno de alta osmolaridad; o bien se hincharían, deformándose, reteniendo agua. Esto nos dice que una osmolaridad más baja es mejor que una más alta, aunque lo ideal es que se iguale.
Es por esto que el mejor entorno para el semen, sería uno isosmótico (lo más parecido al propio semen), con pH básico. Y en cuanto al lubricante, además de lo anterior, buscaríamos que tuviera base de agua, con una consistencia más fluida, y la composición más natural.
OPINIÓN
Parece una tónica generalizada en lo concerniente a los productos eróticos, sean cuales sean sus fines, aportar la menor información posible sobre su composición. Ciertamente, hay empresas muy transparentes -otras quizá no tanto-, que no sólo dan determinada información en sus webs, sino que cuando se les pregunta sobre los productos de su marca no tienen ningún inconveniente en facilitar informes si es preciso y posible.
Regulación
No obstante, hay un secretismo cuasi patológico en algunas marcas. No sólo no facilitan información de forma pública en sus envases o webs, sino que ni siquiera atienden a consultas técnicas independientes.
Este sector en el que nos movemos carece en absoluto de regulación, lo que provoca cierta sensación de «todo vale» para las empresas menos serias, aquellas a las que les da un poco igual cómo mientras se venda lo suyo. Es por ello que se vuelve tan imprescindible saber cómo andar con pies de plomo a la hora de evitar materiales o componentes que puedan ser perjudiciales para nuestro cuerpo, porque hay alguien contando billetes mientras tú te la juegas con juguetes porosos o compuestos irritantes.
Valga decir que agradezco la atención, información y transparencia de las marcas que han participado en este estudio, en medida en que lo han hecho. Creo que nos compete a marcas, tiendas, sexbloggers, e incluso a consumidores trabajar por un sector honesto y abierto. A una parte dando toda la información sobre sus productos, a otra comunicando imparcialmente, y a otra reclamando los detalles más relevantes de lo que desean comprar.
Variedad
Existe una infinita variedad de lubricantes sexuales, eso ya lo he comentado y lo sabes de sobra. Pero no debemos dejar que toda esa variedad nos abrume, dejándonos llevar por un buen marketing, en lugar de por un buen producto.
Es imprescindible encontrar el producto que se ajuste a nuestras necesidades, y para ello buscar información en sitios especializados y/o reclamar fichas de producto más exhaustivas en las tiendas, pues algunas dan todo tan por sentado, que ni siendo profesional del sector se entienden. Tienes derecho, como persona consumidora, a saber qué vas a aplicarte/meterte/restregarte… en el cuerpo, y si puede afectarte negativamente de alguna manera. Saber, por ejemplo, que ese cosmético random con azúcar es riquísimo para lamer en los pezones, pero agresivo con la vagina, y poder actuar en consecuencia.
Ética
Aquí entra en juego la ética de quienes vendemos y/o promocionamos productos eróticos. Las personas que recurren a nuestro asesoramiento esperan encontrar ayuda, no un discurso comercial, o la venta forzada de cosas que no necesitan o serán perjudiciales a nivel físico o psicológico.
Proporcionar alternativas más seguras o beneficiosas para el cuerpo cuando quien acuda a nuestros servicios pida algo en lo que no confiamos. Además de informar de un uso responsable del producto en concreto, incluyendo pros y contras.
Elegir lubricantes sexuales puede ser una decisión que muchas personas tomen a la ligera. Para otras, con alguna afección o particularidad, será una decisión de vital importancia, y necesitan información veraz.
Se vuelve imperativa la honestidad en los packaging y campañas publicitarias, en los productos eróticos en general, y los lubricantes sexuales en particular. Siendo el cosmético más empleado, no debemos tratarlo con desprecio como si nada importara. A quien tiene alergias, sensibilidades, o mismamente quien busca un embarazo le importa, y mucho, saber más allá de un eslogan sobre ese producto.
Investigación
Se pone en manifiesto, tras este intento de estudio, que es necesaria mucha más investigación sobre lubricantes sexuales, sobre los productos eróticos en general y los ingredientes, materiales y compuestos empleados en su desarrollo.
Estudios repetidos hasta la saciedad de auténticas estupideces; mientras, vemos cómo cosméticos irritantes se cuelan en las estanterías de las tiendas eróticas, o materiales no seguros para el cuerpo llenan pasillos de éstas. Sin investigaciones serias, opiniones científicamente contrastadas ni esbozos de una regulación aplicable, más allá de una adaptación irregular de otras existentes, pero no directamente relacionadas.
Me pregunto cuántas marcas, de todas las que existen en el mercado erótico, invierten en investigación real, sin miedo a descubrir que han de cambiar su forma de hacer algo. Cuántas llevan la transparencia a sus últimas consecuencias, analizando si realmente hacen las cosas bien o sólo fabrican para obtener beneficios.
Algo hará…
Hablando con compañeras, incluidas Zoraida y Nagore, me doy cuenta de que es muy común eso de «algo hará» o el símil «daño no hace». Y no, no se trata de que ese producto en concreto no dañe, o haga algo remotamente parecido a lo que promociona; se trata de honestidad, de no vender ilusiones sino hechos. Incluso de tener un acceso a la información más allá de una cobertura de expediente.
En un tiempo en el que está en auge un mercado más sano, natural, libre de aditivos… Vemos que parece más un reclamo publicitario que una realidad probada.
CONCLUSIONES
Responsabilidad
Como consumidores tenemos la responsabilidad de buscar aquellos productos que mejor se adapten a nuestras necesidades, indagando en medida de lo posible. Pero también tenemos el derecho de saber qué contienen los productos que empleamos, cosméticos o no. Como sexblogger, divulgadora y vendedora en mi tienda online, tengo la responsabilidad de dar la mejor atención posible, en función de mis conocimientos y las necesidades que manifieste quien acuda a mí, así como de aportar información verídica. Las marcas, por su parte, tienen la responsabilidad de ser honestas respecto a lo que venden, sin valerse de trucos poco éticos o mentiras piadosas sólo para aumentar las ventas.
Necesidad
Los lubricantes sexuales no son meros aditivos sustituibles por barbaridades como vaselina, aceite de bebé o mantequilla -cosas NO recomendadas y peligrosas en uso erótico-, sino que son productos que favorecen nuestras relaciones sexuales y que deberíamos tener siempre en cuenta. Dejar de pensar que sólo son adecuados para personas con alguna dificultad o problema, o cuando tienen sabores.
Fertility friendly
Partiendo de la base de la necesidad de este tipo de cosméticos, la decisión entre uno u otro debe basarse en nuestras particularidades, máxime si tenemos alguna afección concreta, o si se desea buscar un embarazo.
Vemos que, de cara a la concepción, el pH de los lubricantes utilizados es importante, pero también la osmolaridad de éstos. Asuntos no evidentes para el público general, y que profesionales sanitarios no pueden tener siempre en cuenta por falta de información y estudios al respecto. Sobra decir que es imperativo evitar productos con espermicidas o componentes con tal efecto (algunos lubricantes indican en el envase su problemática al respecto).
No obstante, si buscas un embarazo y te está costando, no te creas todo lo que oigas/leas/veas anunciado o publicado en internet que venda la idea de la divina concepción, y pide ayuda a especialistas rigurosas, personas que podrán asesorarte sin trampa ni cartón.
Aliado vs enemigo
También en relación al pH, se aprecia que los lubricantes sexuales, especialmente en la vagina, pueden ser aliados cuando se eligen bien, o enemigos cuando reina el desconocimiento. Se convierte en sabia decisión elegir el lubricante en función del estado de la flora natural (y otras necesidades), ayudando a su equilibrio. Componentes más naturales, ingredientes como el aloe vera, pH ácidos (cuando no se busca embarazo) y que no contengan azúcar; características relevantes a tener en cuenta, como evitar -especialmente ante una alta incidencia de infecciones vaginales-, lubricantes sexuales o cosméticos azucarados de una u otra manera.
Salud
Muchos cosméticos pueden ser beneficiosos en los encuentros sexuales, unos más que otros, en distintos grados, pero nunca debemos dejar que un eslogan nos diagnostique, o un anuncio nos haga creer que tenemos (o no) un problema.
Es importante prestar atención a cualquier cambio que percibamos, si se siente molestia o picor tras el uso de un cosmético, juguete erótico, práctica erótica. Asistir a revisiones periódicas ginecológicas/urológicas es una medida de prevención; además de un espacio en el que poder plantear dudas relacionadas con la sexualidad, así como donde tratar y solucionar molestias, picores, reacciones, dolores… Quizá quien atienda en la consulta no pueda darte una respuesta concisa sobre un producto erótico, pero sí podrá orientarte sobre dónde conseguir esa atención o, por lo menos, darte unas directrices para una vida sexual sana.
Definitivamente, pH
Efectivamente, hablando de lubricantes sexuales, el pH tiene importancia, tal como sostenía al comienzo de este largo-largo artículo.
No obstante, no en un rango inamovible como cabría esperar; sino en un término progresivo y adaptativo, sirviendo para mantener el pH natural, equilibrarlo tras un encuentro erótico, colaborar en el restablecimiento de un pH ácido en la vagina, o incluso como escudo protector para el esperma cuando se busca el embarazo.
RUEGOS, PREGUNTAS Y APORTACIONES
Quiero agradecer la ayuda tanto a Zoraida Granados y Nagore Uriarte, como a las marcas que han invertido un tiempo en contestarme, la colaboración, disposición e información facilitada. Gracias.
Si eres una marca y te interesa formar parte de este estudio, aportando información sobre tus productos y su pH, contacta conmigo. Eres profesional especialista en fertilidad y quieres hacer algún aporte, escríbeme. Si eres profesional especialista en química (o similar), y quieres ofrecer tus conocimientos técnicos sobre la composición de los lubricantes sexuales, déjame un mensaje. Si, sea cual sea tu perfil, crees que puedes aportar algo a este artículo-estudio, contacta conmigo. Y si tienes alguna duda, consulta, mándame un mail y resolveré tus preguntas o te derivaré a especialistas en caso de necesitarlo.
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