Laya III de Fun Factory es un vibrador externo. Un clásico renovado que devuelve la ergonomía a la estimulación corporal, especialmente en la vulva, con intensidad y profundas sensaciones.
¿QUÉ ES LAYA III?
Laya III es la reedición de uno de los juguetes más conocidos y valorados de Fun Factory. De uso externo, Laya III ofrece un diseño ergonómico y de fácil funcionamiento. Su forma se adapta a las curvas del cuerpo, encontrando en la vulva el lugar más acogedor.
Su potente motor estimula, no sólo a través de la vibración, sino también con pequeños pulsos, el clítoris y el resto de la vulva. Un juguete que puede usarse sin manos, dejando que actúe y se desenvuelva como sabe hacer, proporcionando placer progresivo e intenso.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE LAYA III?
- 7 intensidades y 3 modos diferentes de vibración
- Sumergible
- Silicona y ABS seguro para el cuerpo
- Recargable a través del cable USB magnético incluido.
- Medidas totales: 10,8 cm, Ø 4,7 cm
- Peso: 98 g
¿QUÉ INCLUYE EL PACKAGING DE LAYA III?
- Laya III
- Cargador USB
- Manual de instrucciones
¿CÓMO ES LAYA III?
Laya III es de silicona médica en su cuerpo, y ABS en el panel de control. Ambos materiales son seguros para el cuerpo. Sólo se recomienda utilizarlo con lubricante con base de agua, de esta manera se evitarán posibles alteraciones del material.
Es sumergible, siendo perfecto para usar en un entorno acuático si lo deseas. Su batería es recargable a través del cable USB con pines magnéticos (el cable clásico de la marca), la carga completa resulta algo lenta —algo que comparten habitualmente los juguetes de la marca—, necesitando hasta 6.5 horas para ello. Su batería llena te permitirá unos 120 minutos de juego a intensidad baja, o 40 minutos a intensidad alta. En stand-by la batería tiene una duración de hasta 6 meses. Recuerda que, aunque no lo uses con frecuencia, se recomienda cargarlo cada pocos meses por el mantenimiento correcto de la batería —un juguete descargado tiene mucha menos vida útil—.
Si ves que los leds de Laya III parpadean, es señal de que queda un 30% o menos de batería. Cuando lo pongas a cargar, sabrás que está completamente cargado cuando se apaguen todas las luces.
Su diseño, al igual que lo fueron los de versiones anteriores, busca la ergonomía. La curvatura de su estructura se adapta perfectamente a la palma de la mano, pero también a la forma de la vulva. Esto hace que se pueda asentar cómodamente entre o sobre los labios para hacer su trabajo. Según cómo sea tu cuerpo (cada uno es un mundo), puedes notar que una parte se sitúa sobre el clítoris, haciendo que el punto distal quede sobre/en la vagina. Se consigue, por tanto, una estimulación amplia.
Aunque la vibración se siente en todo el juguete, resulta más intensa en la sección más ancha, bajo los mandos.
¿CÓMO FUNCIONA LAYA III?
Laya III, como la mayoría de los productos de Fun Factory, tiene 3 botones: botón FUN, botón + y botón –. El botón Fun sirve para encender y apagar el vibrador; pulsa una vez para encender, y durante unos segundos para apagar.
Para moverte entre las 7 intensidades y 3 modos diferentes, tendrás que pulsar una vez el botón + o -, hasta que encuentres el que deseas. Debes tener en cuenta que Laya III se activa en su nivel 3 de intensidad, así que hay intensidades más suaves que la inicial.
¿Hay un patrón que te gusta especialmente pero te cuesta encontrarlo? Puedes configurar un modo/intensidad y marcarlo como favorito. Para ello primero debes encontrarlo, cuando lo tengas en marcha, pulsa el botón FUN durante 2 segundos; de esta forma quedará marcado como favorito y será el que inicie por defecto cada vez que lo enciendas. ¿Quieres modificar o eliminar el modo favorito? Pulsa el botón FUN durante 5 segundos y se reseteará; ahora podrás configurar uno nuevo si lo deseas.
Con lubricante todo fluye mejor. Si vas a usar Laya III en modo manos libres, te recomiendo que apliques una pequeña cantidad de lubricante; si pones mucho es posible que termine desplazándose cuando el ambiente se ponga más fluido. Si vas a usarlo con las manos, el límite es tu gusto.
Como de costumbre, para evitar accidentes, Laya III también incluye un sistema de bloqueo de viaje. Para activarlo tienes que pulsar el botón – y FUN. Para desactivarlo, el botón + y FUN. Asegúrate de activarlo si vas a meterlo en la maleta, o si lo guardarás en una bolsa de juguetes en un cajón con más cosas. Así evitarás que se active accidentalmente, que gaste la batería sin sentido, o que la gente te mire al pasar con una maleta que zumba.
¿CÓMO SE LIMPIA LAYA III?
Como te dije antes, Laya III es sumergible, así que puedes lavarlo sin miedo. Para ello utiliza agua tibia y jabón neutro. Puedes utilizar sprays o limpiadores específicos para juguetes, pero no es imprescindible, y te ahorras un presupuesto.
Al carecer de recovecos, se limpia con muchísima facilidad. Sólo tienes que asegurarte de haber eliminado todos los restos de fluidos antes de aclararlo. Cuando lo hagas, sécalo con un paño de microfibra; esto evitará que se queden pelusas sobre el juguete.
En el momento de guardarlo, las mejores opciones son la caja original, o bien una bolsa para juguetes. puedes comprarla también en Fun Factory —son geniales—, o bien fabricarla por tu cuenta como te cuento aquí.
PROS Y CONTRAS
PROS
- Muy ergonómico
- Gran potencia
- Botones accesibles
- Versátil
- Abarca una amplia zona de estimulación
CONTRAS
- Es un poco más ruidoso de lo que me gustaría
- Sería genial que vibrará con la misma intensidad en todo el juguete
OPINIÓN
Tenía muchas ganas de probar Laya III; por desgracia no he tenido el placer de conocer las versiones anteriores, aunque sí conocía la reputación de este clásico de la marca.
El diseño, además de bonito es funcional. Resulta muy ergonómico, incluso con un toto gordo. Se adapta a la vulva y estimula donde debe hacerlo. Su motor es potente, y proporciona una intensa vibración. Ahora, he de reconocer que todavía estoy muy enamorada de Vim y mi estándar de potencia se ha visto alterado; esto hace que Laya III sea potente, pero no TAN potente.
Laya III juega con la vibración, pero también con la pulsación. Sus intensidades y modos hace que, en según cuál de ellos, parezca que un apéndice salga del vibrador y pulsa un punto concreto. Haciendo que la estimulación sea más interesante y diversa. Hay una buena variedad de intensidades, por lo que puede ser un juguete apto para un gran público; desde quien busca el arrullo, a quien quiere un despertar sensorial.
La textura que acompaña al diseño resulta muy útil para evitar deslizamientos del juguete durante su uso. No quiere decir que se sujete como una lapa, pero no terminarás representando esa escena «típica» como si quisieras retener una pastilla de jabón mojada entre las manos sin lograrlo.
Tienes la opción de manejar el juguete con tu mano, pero también de dejarlo apoyado —de ahí el origen de su nombre— y dejar que trabaje por su cuenta. Por supuesto, incluso aun con el manos libres activado, podrás cerrar los muslos para afianzar su posición, cabalgar una almohada, o jugar con tu amante.
Aunque no es un juguete ruidoso, sí me gustaría que fuera un poquito más silencioso, poniéndose a la par con el resto de juguetes que tengo de la marca. Ya sabes que son muy quisquillosa con esto, aunque es cierto que una vez ubicado en su lugar, apenas oirás un murmullo.
Se puede utilizar para estimular cualquier rincón externo. No es apto para sexo anal (penetración), pero puedes acariciar la zona exterior del ano, así como el perineo. Igualmente, pasarlo por la espalda, las piernas, los pechos, el pene y la vulva. Diviértete navegando con Laya III descubriendo todas las sensaciones que puede proporcionar, siempre de forma segura.
Laya III está disponible en dos preciosos colores pastel: soft violet o sage green (el que ves en las imágenes). Y su precio, si bien no es el más económico del mercado, hablamos de un clásico renovado con un grandísimo éxito, y materiales e ingeniería de primera. En mi opinión, sí vale lo que cuesta.
Encontrarás Laya III en la tienda online de Fun Factory.
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