Los juguetes eróticos son la respuesta, o parte de ella, al menos en algunos casos. Déjame desarrollar la idea.
HECHOS
Los juguetes eróticos pueden ser geniales; no obstante, no debemos menospreciar nunca el contacto piel con piel (aunque sea la propia), ni la habilidad de quien sabe hacer. Esto último también podemos aplicarlo a los juguetes, pues de nada sirve tener el mejor violín de la orquesta si ni siquiera sabemos sujetar el arco.
Los juguetes eróticos son la respuesta si sabemos cómo usarlos, mantenemos unas expectativas realistas y no esperamos que hagan milagros por sí mismos. No olvidemos que son objetos, no utensilios mágicos.
BUSCA TU RESPUESTA, NO LA MÁS COMÚN
O lo que es lo mismo, el juguete que es perfecto para tu vecino, tu amiga del instituto, tu compañero de trabajo o tu doctora, no tiene que ser perfecto para ti. Comprendo que muchas veces nos dejamos llevar por experiencias ajenas (vaya si lo entiendo), por la publicidad, las modas o los TOP de ventas. «Si es lo que más se vende, será porque es genial». Bueno, puede que sí, o puede que no.
¿Sabes qué pasa con estos productos eróticos? Que la vergüenza y el pudor que aún está asociado a la sexualidad limita nuestro juicio, y llegamos a pensar antes que es nuestro cuerpo el que no funciona como debería, a creer que el juguete no se adapta a nuestros gustos.
PARA UNAS EXPERIENCIAS EXCITANTES, PIÉNSALO BIEN ANTES
Es por eso que se vuelve tan importante conocerse, descubrir qué nos gusta, cómo y a qué ritmo para vivir una sexualidad más libre y, por supuesto, elegir el juguete que mejor nos convenga.
También debemos pensar qué esperamos del juguete, o qué experiencia queremos vivir con su participación. No es lo mismo fantasear con sentir que se te corren dentro sin riesgo de embarazo y/o ITS, que si deseas que te observen otras personas mientras te masturbas. Para lo primero te recomendaré un dildo eyaculador, para lo segundo quizá una web de encuentros eróticos.
¿LOS JUGUETES ERÓTICOS SON LA RESPUESTA PARA UN SEXO MÁS EXCITANTE?
Lo cierto es que podría defender ambas posturas, la que dice que efectivamente los juguetes eróticos son la respuesta, y la que dice que no tiene nada que ver. Dependerá muchos de gustos, del momento, la compañía e incluso de lo que te sugiera un producto determinado en una circunstancia puntual. Ergo, es subjetivo, mucho.
Debemos reconocer que los juguetes eróticos son la respuesta a determinados deseos sexuales que, de otra forma, requerirían una gran logística, o ni siquiera serían factibles. Pueden ayudarnos a conocer diferentes cotas de placer, a desinhibirnos, a explorarnos, a darnos el capricho de un vibrador triple aunque nos cueste unos cuantos usos pillarle el truco, por ejemplo.
¿ENTONCES?
Entonces, como decía al inicio, los juguetes eróticos son la respuesta y sabemos cómo usarlos. Personalmente soy muy fan de los juguetes, y me han aportado experiencias que de otra forma no habría vivido; ya fuera por vergüenza, por dificultad, falta de agenda… Soy una firme defensora de todos los beneficios que pueden aportar, a nivel erótico, físico e incluso psicológico; pero no puedo aseverar que, en tu caso concreto, los juguetes sean siempre la respuesta.
No en vano, son meros vehículos para el placer, y si no cuentas con las ganas, la predisposición, la concentración, el tiempo, el espacio y hasta la habilidad según el producto, no te llevarán a ningún sitio. Y, por tanto, decepcionarán y no serán solución a nada.
Podría darle mil vueltas a estas palabras, y decirte que un juguete salvará tu vida sexual, pero te estaría mintiendo descaradamente. Porque de nada sirve una medicina si no la tomas, un cinturón de seguridad si no te lo pones, o una lámpara si no la enciendes. Sin la actitud activa por tu parte, ni los juguetes eróticos son la solución, ni descubrirás un sexo más excitante.
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