Elegir un dildo puede ser más transcendental de lo que parece. Sí, se trata de un objeto de placer que cumplirá un fin, pero no todos los dildos nos ofrecen lo mismo. Es ahí donde el conocimiento nos ayudará a tomar una mejor decisión.
¿A qué llamamos dildo?
Aunque resulte obvio, lo primero es tener claro lo que es un dildo. Se trata de un juguete erótico con forma fálica, sin necesidad de que ésta sea una reproducción anatómica y sin motor. Destinado a la penetración, ya sea vaginal o anal; en algunos casos necesitaremos tener claro su uso final para determinar el tipo de dildo que más nos conviene.
No, no es un consolador. Un dildo no te escucha, te abraza, te enjuga las lágrimas ni te trae helado. Dejemos de darle un poder que no tiene y borremos esa definición tan arcaica y denigrante. Un dildo proporcionará placer, o al menos esa es la idea, pero ahí acaba su función (claro, que puedes usarlo como tope de puerta y también estaría bien…).
¿Tienes experiencia previa?
Nadie te va a pedir el carnet de dildo para comprar uno, pero decantarse por uno u otro modelo también depende un poco de la experiencia que tengas. No sólo en cuestión de dildos, sino en términos de práctica con penetración. Sí, puedes comprarte el más grande de la tienda, pero si nunca has tenido sexo con penetración, tal vez no sea la mejor opción, ¿no crees?
Es mejor ir de manera progresiva, y optar por modelos más grandes o anchos a medida que tengamos la constancia de que sabremos qué hacer con ello. No obstante, recuerda que el tamaño no es lo más importante.
Hablemos de tamaño
En lo que a tamaño se refiere, por desgracia es muy común la tónica de «grande, ande o no ande». Suena muy bien sobre el papel, pero no todos los cuerpos están (al menos de manera natural) preparados para albergar grandes tamaños. Es más eficiente centrarse en tamaños medios, pues se trata de estimular la vagina y el ano de una manera concreta, no de abrir una puerta a otro mundo a través de tus genitales.
Obviamente no hay nada de malo en que quieras un dildo que necesite billete propio para viajar, solo te recomiendo que no sea tu primera adquisición. Dale, por tanto, la oportunidad a los tamaños medios, te sorprenderá de lo que son capaces.
Forma
Si bien un dildo es un objeto con forma fálica, podemos encontrarlos en infinidad de formas. Hay personas que desean simular un pene, pero también quienes se decantan más por modelos más abstractos.
- Anatómicos: tienen forma de pene, independientemente del color del material. Reproducen la forma de un pene, incluso haciendo notables venas, prepucio y uretra por ejemplo.
- Anatómicos fantasía: básicamente como los anteriores, pero en lugar de tener un color piel en diversos tonos, se tiende a colores más dignos del hentai.
- Líneas simples: su forma recuerda vagamente a un pene, quizá remarcando una supuesta zona del glande ligeramente más grande, pero no se remarcarán detalles concretos.
- Abstractos: nada Picassiano, sólo dildos que no recuerdan en absoluto a un pene y sus formas pueden resultar curiosas (relieves, zonas redondeadas…).
- Creativos: los pertenecientes a este grupo puede incluso costarte verlos como dildos. Pueden tener formas realmente originales (tentáculos, por ejemplo), a veces demasiado como para resultar práctico. Será mejor evaluar bien la practicidad de estos diseños antes de comprarlos.
- Fisting o hard dildos: existe un nivel más, por así decirlo. Juguetes que son técnicamente dildos, pero que su forma, por grande generalmente, requiere casi de una capacitación previa (reproducción es de puños, por ejemplo, empleados para fisting).
Diseño
Si la forma es importante, el diseño no lo iba a ser menos. Con diseño, en este caso, no me refiero en sí a la conjunción de colores empleados, sino al tipo de estructura que sigue. Es común que el resultado final sea una mezcla de lo siguiente.
- Recto: dildos de formas rectas, para penetraciones firmes sin estimulaciones adicionales.
- Curvo: disponibles en diferentes grados de curvatura, algunos desde la base, otros sólo en el último tercio del juguete. Pensados para estimular el Punto G y/o Punto P, pues esa curvatura se adapta muy bien a la estructura interna del cuerpo, haciendo más accesible su roce más eficiente.
- Con ventosa: su ventosa de agarra fuerte a superficies lisas (suelo, pared, ducha…), permitiendo una penetración sin manos, como si tuviéramos al amante penetrando justo como queremos.
- Con base ancha: la base ancha está especialmente diseñada para facilitar el uso de arneses, fijando el dildo en su sitio y permitiendo una penetración más natural. La base ancha los hace también perfectos para sexo anal.
- Doble: dildo diseñado para simular una doble penetración, bien de manera conjunta o aislada; o lo que es lo mismo, para penetrar doblemente un orificio, o penetrar dos a la vez.
- Uso compartido: encontramos también unos dildos de mayor largura, diseñados para usar compartido; cada persona se inserta un extremo y se estimulan de manera simultánea.
Material
Tan importante o más que la elección de la forma o diseño es la decisión del material. Hay materiales notablemente más baratos, pero resultan ser también más perjudiciales para el cuerpo, en especial para las mucosas que se verán expuestas; los materiales no body safe son distinguibles por su olor fuerte, su tacto oleoso y los posibles residuos que dejen al tocarlos. Con un poco de información y práctica podrás conocer de qué materiales es mejor huir sin mirar atrás.
Lo más adecuado es decantarse por materiales body safe, éstos nos proporcionan un uso seguro, un mantenimiento más sencillo y mayor durabilidad a largo plazo. Con un mínimo de cuidados el dildo body safe nos durará años y nos proporcionara placer ilimitado sin riesgos.
Si quieres conocer mejor qué materiales debes tener en cuenta y de cuales olvidarte, no te pierdas el vídeo.
Higiene
Una de las bases del buen mantenimiento de los productos eróticos es guardar una correcta higiene. Limpiar siempre el dildo antes y después de usarlo es lo primer. Se puede hacer fácilmente con agua y jabón neutro; existen también productos específicos, pero mi consejo es que los uses como complemento al agua con jabón.
Si tienes un dildo para uso anal, evita usarlo en la vagina. Si vas a hacerlo, asegúrate de que esté completamente limpio antes de ello, de lo contrario podría alterar la flora vaginal y provocar una infección nada divertida. Para evitar estos problemas, puedes poner un condón en el dildo cuando vayas a usarlo en el ano; de esta manera podrás usarlo inmediatamente en la vagina sólo con retirar el condón, además de prevenir que pueda retener determinados olores desagradables.
Cómo elegir un dildo
En definitiva, la buena elección va más allá de un impulso de compra. Es bueno tener claro qué queremos conseguir del dildo, si deseamos estimular puntos conocidos, explorar nuestra capacidad física, valorar materiales de distinto tipo y temperatura, dónde lo queremos usar, si lo vamos a compartir…
Hazte estas preguntas básicas para poder orientar tu decisión a lo que realmente te puede proporcionar lo que buscas. A veces encontrar el juguete perfecto puede costar, pero cuanto mejor sepamos lo que buscamos, más sencillo será encontrarlo a la primera. ¿Necesitas orientación? Contrata una asesoría erótica y te ayudaré.
Deja una respuesta